El de Singapur ha llevado otros fichajes, como el de Guedes

No es ningún secreto que la modernización del fútbol ha traído consigo cambios estructurales en muchos clubes. En un universo en el que los jeques propietarios, petrodólares y clubes-estado proliferan, hay ocasiones en las que las direcciones deportivas quedan al margen y son los propios propietarios de los clubes los que deciden negociar entre sí un posible fichaje. Y la operación ‘Ferran Torres’ marcha en ese camino.

Porque el canterano valencianista está dispuesto a abandonar la entidad che cuando sólo le resta un año de contrato y el propio Peter Lim ya se ha puesto manos a la obra en vistas de que uno de los clubes más interesados y mejor colocados para ficharle es el Manchester City de

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Pep Guardiola.

Y es que el club celeste no es un club cualquiera, los ingleses viven bajo el mandato del jeque Mansour bin Zayed desde que adquiriera la entidad inglesa en 2008 y da la casualidad de que el árabe tiene una muy buena relación con Peter Lim.

Así, la cúpula che comandada por Anil Murthy, Jorge López y Corona, es consciente de la buena relación entre ambos multimillonarios y que esa sintonía puede ser clave para que las negociaciones se lleven a cabo de manera satisfactoria para ambas entidades. De hecho, la parcela deportiva del club reconoce no haber hablado con Ferran ni con su entorno desde hace varios meses y que el asunto está en manos del propio Lim.

No sería la primera vez que el máximo accionista del Valencia asume unas negociaciones en primera persona y que estas se llevan a cabo gracias a la amistad entre él y otro propietario. En la retina che todavía está el aclamado fichaje de Gonçalo Guedes hace dos años, en el que influyó la buena relación entre Lim y el jeque del PSG. La salida frustrada de Rodrigo también la llevó el propio Peter como así el primer gran fichaje del singapurense, Negredo, quien curiosamente llegó procedente del Manchester City.

Precio. La venta de Ferran no va a dejar en las arcas del club las cantidades deseadas y eso es algo que no se esconde. La pandemia por el COVID-19, que ha devaluado el mercado, sumado a que el canterano termina contrato en 2021 hacen que los blanquinegros vayan a ingresar menos por un traspaso en el que, en condiciones normales, las cifras serían mayores.

Pese a todo, la entidad no pretende regalar al futbolista y tratará de forzar la cuerda y sacar lo máximo, consciente de que en algún momento tendrá que ceder, porque si estiran demasiado, el todavía valencianista podría terminar saliendo gratis en sólo un año. Todo queda entre jeques.