La ‘Coope’ custodia la memoria de Dani Jarque
Un paseo por el barrio del eterno capitán en el 11º aniversario de su muerte
Da tono el teléfono del Estadi Municipal Dani Jarque. Pero nadie responde. En lo alto de la Ciudad Cooperativa, la ‘Coope’ para sus diez mil vecinos, la puerta del complejo permanece cerrada a cal y canto. Y no por tratarse de agosto. Un cartel amarrado a la reja con bridas atestigua que los últimos toques de balón se remontan al 12 de marzo. La pandemia no remite, pero nadie olvida en su barrio a Jarque, en el decimoprimer aniversario de su muerte.
En un paseo cuesta abajo, entre los bloques que se construyeron hace medio siglo contemplando una ciudad dormitorio solidaria –de ahí su nombre–, uno de los pocos establecimientos abiertos es la farmacia. “Dani era de nuestra cuadrilla de toda la vida”, asiente Rosa Hidalgo, farmacéutica y amiga de Jarque. “No hemos faltado ningún año a la Puerta 21 del estadio, a ver cómo lo hacemos en esta ocasión con las medidas sociales”, considera. No en vano, hoy podrán acceder un máximo de diez personas a la vez, entre las 11:00 y las 14:00.
Estremece escuchar de la voz de Rosa el pasaje de ese maldito 8 de agosto de 2009. Cómo se enteró de la desgracia sucedida en Coverciano, durante la concentración del Espanyol. Y cómo se juntaron los amigos para ir a su casa. “Lo que nunca podré olvidar es que su perrito iba de un lado para otro, ese día y muchos más, buscando a Dani, esperando su llegada”. Ni siquiera el pegajoso sol, de vuelta a la calle, deshace la piel de gallina.
En una terraza de bar, junto al mercado municipal, apura un café con hielo Cristian Junyent. Cuando él era cadete en el equipo de la Coope, Jarque lo entrenó, siendo ya un fijo en las alineaciones del Espanyol. “Era natural, cercano, incluso tímido. Pero luego se soltaba, y nos ayudaba en todo”, concede. Hasta que el horror le golpeó, hace hoy 11 años. Por mucho tiempo que pase, Ciudad Cooperativa custodiará la memoria del eterno capitán perico.