Multa balsámica
La FIA multa a Racing Point con 400.000 euros y 15 puntos de pérdida en la clasificación de constructores como resultado de la investigación a sus conductos de freno, incentivada por tres denuncias de Renault, pero no les descalifica ni prohíbe su uso a partir de ahora. En un documento de 14 folios publicado a las 9:30 horas de ayer, los comisarios comunicaron la infracción, que no afecta a los resultados individuales de Sergio Pérez y Lance Stroll en los grandes premios de Estiria, Hungría y Gran Bretaña. El procedimiento es el siguiente: sanción económica y de puntos para la primera carrera y reprimenda para las otras dos, porque a ojos del tribunal “es proporcional por la infracción en el proceso de diseño”.
Los razonamientos de la FIA son densos. Renault no acusó al RP20 de ser ilegal al completo, por ser una copia del Mercedes W10 de 2019, sino que apuntó a los conductos de freno porque son una de las piezas que, desde 2020, cada escudería debe diseñar y fabricar de forma individual. Sirven para refrigerar los discos y van adosados a las llantas, en el extremo de las suspensiones. El año pasado podían comprarse fuera y la firma rosa ha admitido que en su RP19 montaban los sistemas de freno de Mercedes.
El castigo aplica sólo a los frenos traseros, “porque aunque los comisarios valoran los esfuerzos de diseño realizados por Racing Point para adaptar un sistema originalmente diseñado para Mercedes”, se concluye que “el principal diseñador de los frenos traseros del RP20 es Mercedes, no Racing Point”. Compraron una unidad el 6 de enero de 2020 y replicaron los diseños. En el caso de los delanteros, se libran porque utilizaron una evolución de los que usaron el año pasado y, aunque también fueran de Mercedes, “se alcanzan los requisitos de diseño necesarios”. Racing Point decidió “replicar en todo lo posible al Mercedes W10 y podía usar los conductos delanteros del RP19, pero no los del RP20 porque no se adaptaban por altura”. La práctica de “ingeniería inversa llevada al extremo”, en palabras de los comisarios, no se juzga.
Sanción de 400.000 ¤ y 15 puntos a Racing Point, pero pueden utilizar los frenos “que diseñó Mercedes” en 2019
Los frenos del RP20 van contra el reglamento deportivo, pero no contra el reglamento técnico. “No es necesario considerar una descalificación, que sería el caso habitual si se hubiera infringido el Reglamento Técnico”, precisa la FIA. Apelan a factores atenuantes: la inclusión de los conductos de frenos como pieza exclusiva de 2019 a 2020, que no hubiera una directiva concreta de la FIA sobre cómo aplicar ese nuevo criterio, que los técnicos no inspeccionaran, específicamente, este sistema en su visita a Racing Point, en marzo de 2020, y que “habrían obtenido la misma competitividad sólo con fotografiar la pieza y hacer ingeniería inversa”.
Conclusión. La FIA escucha a Renault, porque su argumentación fue ejemplar, pero no cuestiona la legalidad de Racing Point. Aceptan las pruebas pero castigan de forma leve a los culpables (una multa de 400.000 euros no es relevante para un presupuesto de 115 millones) y no les obligan a modificar el diseño en esta temporada ni, como consecuencia, en la próxima, cuando los monoplazas serán idénticos. En el paddock ha sentado mal la decisión, igual que el acuerdo privado con Ferrari de febrero. Las rencillas entre el equipo francés y el británico permanecen: en Japón 2019, los dos Renault fueron descalificados por una denuncia de Racing Point relativa a un sistema de ayudas electrónicas. Se supo que el chivatazo llegó por un trabajador de los primeros que fichó por los segundos. Ahora, se rumorea, ha sucedido lo mismo en la dirección contraria.
Investigación Les castigan por no haber diseñado los conductos de freno traseros del RP20