Remontada 1 de número
Jon Rahm brilló en el desenlace del PGA ● El triunfo de un joven Morikawa le devolvió al trono
El primer grande del año alumbró a una estrella y devolvió su trono a un monarca. A los 23 años, Collin Morikawa rompió el cascarón con su primer triunfo en el PGA Championship (-13), que le llegó a la misma edad que a Tiger Woods. A los 25, Jon Rahm volvió al número uno del ranking mundial con un 13º puesto conseguido a hierro y fuego.últimos nu e-
El vizcaíno emergió al cuarto día en el TPC Harding Park de San Francisco (California), vacío de espectadores por culpa de la pandemia, y selló un vueltón de -4 (para -7) forjada en los ve hoyos, los que reparten la gloria, con cuatro birdies sin fallo. “Espero que volvamos a este campo. Me encanta y lo pasé muy bien. Creo que me gusta mucho porque me recuerda a mi tierra”, aseguró. Le bastó para auparse de nuevo a la cima, ya que Justin Thomas quedó 37º con -1 y Dustin Johnson, que salió en el partido estelar con Scottie Scheffler y tenía el uno a tiro de victoria, claudicó en la recta final ante el empuje de Morikawa.
Insultantemente joven, insultantemente bueno, el californiano reventó con una manga de -6 un pleito que se resolvió principalmente entre estadounidenses (a la altura del 12 iban siete empatados en cabeza)... con el inglés Casey, segundo con -11, y el australiano Day, tercero en -10, como invitados. Su eagle al par 4 del 16, salida recta y larga y putt de siete pies dentro, fue un glosario de las virtudes que reúne la NextGen norteamericana, protagonista de la jornada porque Matthew Wolff (21 años),
Cameron Champ (25) y Scheffler (24) también se asomaron al triunfo.
Los nuevos cachorros dejaron en la cuneta al bombardero DeChambeau y a Brooks Koepka. El de Florida llegó a San Francisco aspirando a un tercer trofeo Wanamaker seguido que no ha conseguido nadie desde Walter Hagen en 1927, pero esta vez fue humano, no un cyborg. Salió en -7, a uno de la cabeza y favorito por su trayectoria reciente en majors, y se despeñó hasta el -3 con cuatro golpes sobre par.
Tiger. Un quinto entorchado habría empatado a Tiger con Nicklaus en lo más alto del palmarés de la cita, pero el Tigre nunca tuvo opciones de victoria. Tras firmar el jueves su mejor arranque en un major en ocho años, -2, se enredó el viernes y el sábado con su recién estrenado putter y se quedó lejos de los primeros de cara a la refriega final. Vestido de rojo y negro entregó su mejor tarjeta de la semana, -3, para -1 en total y la 37ª plaza. El récord de Nicklaus permanecerá inviolable un año más.
Rahm echó mano del Oso Dorado para sacar la moraleja del PGA, porque vuelve a mandar en el ranking... pero le sigue faltando un grande, la gran meta que se marcó para esta semana: “Ya lo dice Jack Nicklaus, el objetivo en un torneo es mejorar cada día. La próxima vez habrá que comenzar mejor. Por lo visto, no necesitas hacer nada especial para ganar un major, sólo estar a tu juego. Será una buena reflexión. Me lo esperaba peor, y mira. Si me hubiese dado alguna oportunidad más el sábado...”. Sin embargo, recuperó el número uno.
Fórmula “No hay que hacer nada especial para ganar un major, sólo estar a tu juego”