La COVID-19 empaña una cita histórica

Para muchos, la Champions Femenina se presenta como un soplo de aire fresco para el fútbol femenino español. Con la Primera Iberdrola suspendida desde mediados de marzo, y su regreso a los campos en entredicho, lo cierto es que a la categoría le haría falta mucho más para lamerse sus heridas y buscar soluciones a su situación actual. Los ánimos están muy caldeados con respecto al retraso en los protocolos sanitarios del fútbol no profesional, en el que se encuentra mal catalogada la Primera Iberdrola. La Real Federación Española de Fútbol ha pasado la pelota al Gobierno. Y, el futuro está en el aire, con varias entidades y empleos en peligro.

Mientras tanto, España albergará, que no disfrutará, la fase final de la Champions. Sin público en las gradas y con dos equipos españoles, que llevan sin competir desde el 5 de marzo, en la disputa del título, los cuartos de final son cuanto menos extraños.

La COVID-19 no sólo ha ensuciado el crecimiento del fútbol femenino. También nos ha dejado una eliminatoria manchada por los positivos y por la falta de físico y ritmo de competición. Será un partido histórico, en tanto que se tratará del primero entre dos equipos españoles en la Champions. Sin embargo, muchos lo recordarán por esas gradas vacías, por ese Atlético con cinco titulares con COVID-19... Lo único que nos queda es confiar el éxito al espectáculo sobre el campo. ¡Resiste, fútbol!