El enigma de los reinfectados
Siguen apareciendo incógnitas sobre la COVID-19. El martes se detectaron tres casos de reinfección. Primero lo anunció la Universidad de Hong Kong. Se trataba de un paciente de ese país que ya había superado el coronavirus en marzo y que se ha vuelto a contagiar durante un viaje a España. Pocas horas después,
Holanda y Bélgica detectaron también un caso de reinfección cada uno. Estos positivos han despertado la curiosidad de los científicos, que se encuentran investigando para conocer el riesgo real que hay de contagiarse una segunda vez.
Según explica la viróloga Akiko Iwasaki, de la
Escuela de Medicina de Yale, la aparición de estos casos no debe ser motivo de alarma, sino “un ejemplo de la complejidad del sistema inmunitario”. El virólogo belga Marc Van Ranst se mostró más preocupado y afirmó que no eran buenas noticias porque se esperaba “que el tiempo entre dos infecciones hubiera sido más largo” que los tres o
Los tres primeros casos detectados en el mundo ponen en duda la opción de la inmunidad de grupo duradera, ya fuese lograda de forma natural o a través de las vacunas
cuatro meses de los casos estudiados.
Los tres casos de reinfección desmontan las teorías que aseguraban que era imposible volver a contagiarse. Esto puede suponer un importante retroceso, especialmente para lograr una inmunidad de grupo duradera, tanto de forma natural como con la vacuna, como explica Federico
Martinón-Torres, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago y experto en vacunas: "Si se comprueba que las defensas de las personas que han pasado la enfermedad decaen, significaría que la vacuna tendría una duración limitada y habría que revacunar”.