Vinicius ahora o nunca
Ha costado este verano distinguir por las redes sociales de Vinicius (20 años) si se trataba de un futbolista de vacaciones o alguien preparándose para un Ironman. Hubo en ellas playas, amigos y amigas, pero siempre acompañadas de ejercicios: carreras por la arena, pesas en un barco, flexiones en una terraza... Consciente de que esta temporada marcará un punto de inflexión en su carrera, el brasileño está fino y definido, no le cabe un abdominal más.
No extraña eso en Valdebebas, donde una de las cualidades que más destacan de él es su privilegiado físico. En las tres semanas veraniegas concedidas por Zidane, Vinicius cumplió el plan de Dupont y continuó, como durante la competición, con trabajos extra diseñados por Thiago Lobo, su fisioterapeuta personal.
La 2019-20 acabó para él de la peor forma posible, sin moverse del banquillo mientras el Madrid caía con el Manchester City. En la ida había sido el mejor y asistió a Isco en el 1-0. A continuación fue sustituido y el partido terminó 1-2. El parcial de la eliminatoria con él en el campo
El brasileño se machacó en vacaciones para volver a tope y terminar de convencer a Zidane
Datos
En la 19-20 jugó sólo 75 minutos más que en la 18-19
fue 1-0; sin él, 1-4. Por eso su nombre fue tendencia el 7 de agosto en Twitter, donde nadie entendía por qué ni había calentado, y en la rueda de prensa del Etihad, donde los periodistas le preguntaron por la situación a Zidane. Lejos de venirse abajo, el ex de Flamengo ha reaccionado redoblando esfuerzos.
En la dirección deportiva del Madrid no hay dudas: Vinicius va a triunfar en el Bernabéu. Es el niño, junto con Take Kubo, que más ilusiona en la planta noble. Por eso no gustó la gestión de Zizou con él en
Mánchester y no se concibe que salga, cedido o vendido. Se señala este curso como decisivo para él...
En el primero disfrutó de 1.742 minutos: empezó en el Castilla, tiró la puerta de los mayores y una grave lesión le paró cuando hacía las delicias del Bernabéu, que desde entonces le adora; en el segundo apenas creció en participación, con 1.817 minutos. Se quedó a medias en esta última temporada y, con 20 años, la tercera se entiende como la de su salto definitivo. No será fácil porque su rival por un hueco en el once es Hazard y porque Zizou, salvo en pocas excepciones, es amigo de las rotaciones...