Nueva York es diferente
Nueva York fue una de las ciudades de Estados Unidos más afectadas por la pandemia del coronavirus. Con más de 23.000 fallecidos, se consagró como el epicentro de la Covid-19 en el país norteamericano. Sin embargo, durante las últimas semanas ha conseguido revertir esa situación con estrictas medidas. Se ha abogado por impedir las grandes aglomeraciones en espacios cerrados, haciendo una fuerte apuesta por las actividades al aire libre. Los parques están llenos, las terrazas de los restaurantes completas y las calles se llenan de peatones. Pero, eso sí, se produjo el cierre inmediato de bares en su interior, cines, gimnasios, escuelas... Poco a poco se han ido reabriendo algunos lugares de forma paulatina. Estos motivos son claves para que no se haya seguido expandiendo la pandemia entre los ciudadanos. Además del uso obligatorio de mascarillas y la distancia de seguridad. Desde las autoridades locales
El gobernador ha abogado por impedir las grandes aglomeraciones apostando y refortaleciendo las actividades al aire libre: parques, playas, terrazas, paseos...
han apostado por el programa 'Restaurantes Abiertos' para incentivar y permitir que los locales monten terrazas en el exterior, e incluso en la calzada. Más de 60 calles se han cortado al tráfico con el fin de habilitar zonas para las mesas de los restaurantes y más de 10.000 establecimientos se han adherido a este programa, que se prolongará hasta finales de octubre. El Gobierno de Nueva York no descarta volver a repetirlo el verano que viene, de acuerdo con el éxito obtenido en la lucha contra la pandemia y con el objetivo de salvar miles de empleos: unos 80.000 se calculan desde el comienzo.