Un domingo como los mejores

Después de un largo año, ha llegado otro pleno español en MotoGP. Hubo una época en la que nos parecían casi normales, cuando obviamente no es así, como confirmamos a continuación con esa sequía de tripletes. En la segunda carrera consecutiva en Misano,

volvimos a disfrutar de tres banderas nacionales en lo alto del podio, que además simbolizan que las aspiraciones al título no están en absoluto perdidas incluso con Marc Márquez fuera de las pistas. Cierto es que la gesta sobrevino con la caída de Bagnaia después de que el italiano dominara, pero son cosas de la competición y los errores se pagan. Así que nada que objetar al respecto, el riesgo es parte esencial de este juego.

Me gustaría pensar que la victoria de Viñales se puede convertir en el revulsivo que precisa para confiar en sus opciones al número uno de la clase reina. Ha sufrido con la Yamaha y los neumáticos, pero lo importante es saber que su talento está ahí y que enderezando el rumbo todo es posible. Ya vemos que este es un campeonato de alternancia, nada menos que seis ganadores en siete carreras, así que el catalán debe mantenerse firme. Un planteamiento aplicable a los otros inquilinos del podio. Joan Mir está en franca progresión con la Suzuki y Pol Espargaró seguro que intentará conseguir esas victorias que hasta el momento se le han resistido con la KTM.