AS (Valencia)

Fernando Alonso

-

—Cuánto tiempo... ¿Qué tal, Fernando? ¿Cómo está?

—Bien, intentando aprovechar los últimos días de buen tiempo porque pronto empieza la acción con trabajo ya, algún día de simulador, algún gran premio al que asistir y cosas que hacer.

—Lleva ya mucho tiempo de descanso..

—Este año ha sido un poco raro para todos, primero con el confinamie­nto y después, tras Indianápol­is, no he tenido mucha actividad y he podido cargar pilas, hacer vida más o menos normal…

—¿No ha sentido estos días la tentación de decir, oigan eso de que volvía a la F1 era broma y voy a seguir haciendo lo que me de la gana?

—No, que va, siempre tengo necesidad de hacer algo, es como si no pudiera tener vacaciones. Cuando tengo unos diez días, al séptimo o al octavo ya pienso, con esto hubiera sido bastante, los últimos dos o tres se me hacen largos.

—Cuando echa la vista atrás, ¿cuáles han sido los momentos que le han hecho ser como es, en la vida y en el deporte?

—Desde pequeños crecemos con una mentalidad, una idea, nuestro carácter se forma muy al inicio, por nuestras raíces, lo que vemos, nuestra educación... Cada uno va forjándose poco a poco, la vida te va llevando por un camino u otro, pero siempre he intentado ser yo mismo, preocuparm­e por los míos, tener un núcleo familiar muy fuerte, no dejar entrar a mucha gente en ese círculo de confianza. También tengo un sentido de la justicia o injusticia a veces exagerado, que quizá no exista… o me doy cuenta de que no hay blanco o negro. Yo lo puedo tener muy claro en mi cabeza, pero no siempre tiene por qué ser así. No tiene por que ser justo lo que yo piense, pero a veces te fijas en una cosa e intentas seguir ese camino.

—Ahora es más flexible… —Yo creo que sí, cuando vas madurando dejas un espacio para la duda y eres más flexible a que haya gente que tenga otras ideas y sean las correctas. —Por lo que le conozco, me da la sensación de que hace casi siempre lo que quiere… —Siempre hay momentos en los que te gustaría hacer otras cosas y no se puede, pero por lo general sí que me siento afortunado en que, a nivel profesiona­l, he tenido al menos los últimos diez o quince años de mi carrera la suerte de escoger lo que creía que era justo en ese momento y lo considero un privilegio. Conozco miles de historias de chicos que no tuvieron la oportunida­d de pasar del kárting, no tuvieron la suerte de estar en el momento y en el sitio adecuado, así que me siento afortunado en eso.

—¿Ha superado esa sensación de sentirse permanente­mente juzgado?

—Sí, con el paso de los años ves que los momentos muy buenos duran lo que duran y los momentos muy malos, igual. A los dos días hay otra cosa y pasas página de todo.

—Dejó la F1 y empezó a hacer algunas cosas que para otros pilotos serían locuras.

—He experiment­ado otras partes del mundo del motor que tenía pensadas hace tiempo, no voy a negar que la ilusión por correr en Le Mans venía a lo mejor de 2013. Ya en 2014 cuando estaba en Ferrari hablé con Montezemol­o para que me dejase correr con Ferrari en los GT. Después, en 2015 con McLaren, la idea era correr con Porsche… Cuando dejé la F1

—El Dakar, ahí es cuando hablaba de locuras…

—Quería hacerlo, no tenía una fecha concreta, pero si salía ahora que tenía tiempo e ilusión... Hice unos test, vi que podía salir bien y que podía ser más o menos competitiv­o, si no hubiera salido bien lo habría pospuesto, pero me sentí preparado casi desde el inicio y lo probé. Así que pequeñas locuras sí, sin duda, pero enriqueced­oras, y no sólo a nivel deportivo, creces como piloto y ves otras técnicas de conducción y tienes crecimient­o personal, porque son categorías de mucho trabajo en equipo. Tanto en Resistenci­a como en el Dakar hay un factor humano importante y que es bueno vivir.

—¿Cree que es mejor piloto y persona ahora que cuando dejó la F1?

—Sí… pero no sé si me referiría sólo a esas experienci­as que me han mejorado. Igual si este tiempo sin F1 no hubiera hecho todo esto, también la persona crece, vives cosas que te van madurando y como piloto ayuda el no estar parado, pero ha sido algo tan diferente a la F1 que no se si me habrán ayudado en cuanto a la conducción. Así que tengo que ponerme al simulador, los test…

—Hay que entrenarse.

—Sí, la F1 es una contradicc­ión. Es el deporte más sofisticad­o del mundo, con millones de inversione­s, pero es el único en el que el atleta tiene prohibido entrenar.

—¿Cómo es eso?

Solicitado “Al probar otras disciplina­s me llegaban propuestas de todo tipo”

 ??  ?? Alonso, sonriente el día en que se hizo oficial su fichaje por Renault.
Alonso, sonriente el día en que se hizo oficial su fichaje por Renault.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain