Un Huesca diferente
juego. Con Míchel, el Huesca era un equipo propositivo, con la idea de generar situaciones de gol a través de ser protagonista con el balón, llevando el peso del partido, jugando muy abiertos para generar las mayores líneas de pase posibles y progresar en el juego por medio de la horizontalidad hasta encontrar los espacios para ser profundo. La llegada de Pacheta al banquillo oscense ha provocado un giro de volante bastante agudizado. Lo primero que ha hecho el nuevo técnico es cambiar el sistema, pasando a un 1-3-5-2. También se ha cambiado la idea de juego en cuanto a cómo llegas al gol. El equipo se muestra reactivo, buscando protegerse y juntarse sin balón para, cuando consigue robar, atacar desde la verticalidad y en pocos pases.
El sistema. Este dibujo, simplemente por el hecho de cómo está confeccionado, te hace ser muy fuerte por el carril central y estar muy protegido a la hora de que te superen líneas de presión por dentro. A los tres centrales, algo que le ha abierto la puerta de la titularidad a Gastón Silva, un central que me gusta, hay que sumarle el perfil de los futbolistas que juegan por delante. En Pucela fueron Seoane, Mikel Rico y Doumbia los elegidos, recalcando lo que comentaba anteriormente, un fuerte blindaje en zonas interiores. Por el tipo de futbolista que se utiliza como carrilero, tanto Maffeo como Javi Galán, una de las revelaciones de LaLiga, agradecen el hecho de estar con las espaldas bien cubiertas y poder volar alegremente en campo rival sin tener que preocuparse tanto por los rigurosos retornos.
La pareja de Rafa Mir. La duda, en el ataque, será ver quien va acompañando a Rafa Mir, que viene de hacer un hat-trick fantástico en Zorrilla. El otro día fue Okazaki, pero entre Sandro, Ontiveros, Juan Carlos, Sergio Gómez y compañía estará la disputa. Mi apuesta, cuando estén todos disponibles, es por una dupla Mir-Sandro, viendo la idea de juego que quiere implantar Pacheta y los futbolistas a utilizar para ello.