El marroquí costó 20 millones de euros, sólo dos más que el danés

EI Leganés se quedó desnudo el invierno pasado. El 20 de enero, el Sevilla presentó a Youssef En Nesyri (1-61997), por quien pagó 20 millones de euros. Justo un mes después, el Barça anunció el fichaje de Martin Braithwaite (5-6-1991) después de pagar la cláusula de salida del danés, fijada en 18 millones. Un año después, el Leganés está en Segunda, como no pudo ser de otra manera pese a los intentos de Javier Aguirre; En Nesyri va camino de ser un ídolo para el sevillismo después de unos inicios difíciles; y Braithwaite, que esta noche no jugará por unos problemas físicos, sufre sus limitaciones y las exigencias del Barça.

En Nesyri, explosivo delantero descubierto por el tristemente desaparecido Manel Casanova para el Málaga cuando daba sus primeros pasos en la Academia Mohammed VI de Marruecos, ya se ha ganado el corazón del sevillismo. “Si es caro o barato, el tiempo lo dirá”, dijo Monchi en su presentación. Después de unos primeros meses difíciles, agravados con esa oportunidad cantada en la Supercopa de Europa en la que Neuer le leyó la intención, ha explotado este curso: 17 goles en 31 partidos.

Mientras el Sevilla anda ya rechazando ofertas por En Nesyri, Braithwaite no alcanza el nivel exigido en el Barça. El danés ha marcado sólo siete goles en 38 partidos. Es cierto que su fichaje se produjo en circunstancias muy especiales. Después de intentarlo con delanteros de perfil alto como Aubameyang o medio como Bakambu, el Barça decidió no incorporar a nadie en el mercado de invierno de la temporada pasada, pese a que Luis Suárez había decidido operarse por segunda vez en menos

Leganés

de un año, después de la destitución de Valverde. Sin embargo, Dembélé se rompió y el Barça, con la baja de larga duración del francés, se vio obligado a incorporar a un futbolista que sólo podía estar en paro o jugar en LaLiga. Sonaron Willian José, Loren y Ángel, pero Setién pidió a Braithwaite. El danés estuvo grandilocuente en su presentación. “Le fe mueve montañas, y aquí estoy”, dijo mientras señalaba a Martin Luther King y Muhammad Ali como referentes vitales. Braithwaite tuvo la oportunidad de ser ídolo, pero falló sólo ante Courtois en un Clásico. Perdió protagonismo. La crisis económica del club le permitió seguir. Es un jugador pirotécnico que se lo deja todo en el campo, pero no es Henrik Larsson como vendió la propaganda del club. Curiosamente, ayudante de Koeman hoy.