Un sueño prohibido para un Barça ruinoso
En cualquier otra época, la eclosión de dos fenómenos como Mbappé y Haaland en plena campaña electoral del Barcelona supondría de manera casi automática que alguno de esos nombres, o ambos, se asociaran conos intereses electorales de algún candidato a la presidencia del club blaugrana.
Pero esta vez, con las arcas del club en un estado ruinoso, ambos objetivos son un sueño prohibido para el Barcelona, aunque eso no quita que salgan en campaña.
Empecemos por el delantero noruego, que suena como segunda voz en la candidatura de Joan Laporta, aunque nunca el expresidente ha hablado de él. A lo máximo que ha llegado Laporta es a recordar a quien quiera escucharle que él sigue manteniendo “muy buena relación con los agentes de los principales futbolistas del mundo”. Y con uno de los que se lleva especialmente bien desde su época de presidente es Mino Raiola, el agente con el que cerrró el multimillonario
Zlatan doble traspaso de Ibrahimovic.
Si bien es cierto que Laporta tiene acceso directo a Raiola y una buena relación, falta por ver como logra cuadrar las cuentas del club en caso de confirmar las encuestas y llegar el próximo día 7 de marzo a la presidencia del club.
En el caso de Mbappé, el debate está en los reproches que se lanzan los candidatos. Según Minguella, que iba como vicepresidente en el proyecto de Emili Rousaud, su hijo Junior lo tuvo apalabrado para el club blaugrana cuando jugaba en el Mónaco coincidiendo con la marcha de Neymar
al equipo parisino. Bartomeu
optó por fichar a Dembélé.