Barridos por el hura
La Real Sociedad fue atropellada por un huracán llamado Manchester United en el Juventus Stadium de Turín y está prácticamente eliminada de la Europa League. El equipo donostiarra recibió una dolorosa y severa goleada (0-4) que es como un sopapo de realidad, un correctivo en toda regla. Le demuestra que todavía está lejos del nivel competitivo y, sobre todo, físico de equipos como el británico como para soñar con hacer algo grande en competición europea.
Salvo los primeros cinco minutos, en los que tuvieron dos acciones de verdadero peligro, el resto del partido siempre estuvo a merced de los red devils, que devoraron a los txuri-urdin como un león a su presa en la sabana africana. Recibió el equipo vasco cuatro goles, pero pudieron ser muchos más en lo que puedo haber sido una goleada de auténtico escándalo, pero menos mal que Remiro estuvo inspirado bajo los palos para salvar otros cuatro mano a mano. Solo un milagro puede evitar la eliminación europea de la Real, que todavía tiene que ir a Old Trafford para cerrar este cruce, el jueves de la semana que viene.
Fueron Isak y Januzaj los que primero rompieron las hostilidades en el partido. El sueco y el belga crearon casi de la nada dos ocasiones claras de gol que estuvieron cerca de adelantar a la Real. Parecía que la película iba a ser más favorable para los intereses donostiarras. Pero fue un espejismo. Pronto el Manchester le devolvió a la cruda realidad y le demostró lo que hacen los equipos poderosos en Europa. No fueron mejores tácticamente, pero sí físicamente, aspecto con el que les pasaron literalmente por encima. Cada balón a la espalda de la defensa de la Real era una ocasión clara de gol. Suerte que Remiro estuvo soberbio y salvó dos remates dentro del área pequeña de Rashford y otro de McTominay.
Dolorosa goleada en Turín que apea a la Real del sueño europeo Fernandes y Rashford dieron forma a un castigo que pudo ser mayor
Pero el poderío físico del equipo inglés fue a más, mientras el juego posicional y de toque de la Real se venía abajo. Lástima que Remiro no pudo parar el cuarto acercamiento del Manchester. Erró en su salida, los centrales no le ayudaron y Bruno Fernandes demostró porqué es uno de los jugadores de moda en la Premier League. La Real llegó en pie al descanso, con la sensación de ser inferior, pero con cierta esperanza.
Destrozo. Pero tras el descanso todo se vino abajo como un castillo de naipes. Parecía que reaccionaba el conjunto donostiarra con algún tímido acercamiento, pero de nuevo era puro espejismo. El Manchester seguía presionando con un nivel físico portentoso, con una calidad exquisita y con un potencia en los contragolpes soberbia. Un mal centro de Zaldua se convirtió en el 0-2, también de Fernandes. En dos toques se plantaron en la