El Atleti de las grandes noches
El equipo rojiblanco encara otro asalto a la Champions en un estadio talismán La campaña pasada eliminó al Liverpool en octavos El reto, dejar la portería a cero
Recuerdo perfectamente muchas cosas de aquel partido: la llegada del Atlético al estadio con los jugadores golpeando los cristales del autocar; los goles de Falcao; el arreón del Athletic; los apuros en unos interminables minutos de acoso y derribo del conjunto bilbaíno; la posterior celebración en el hotel... Han pasado casi nueve años de la final de Bucarest y el Atlético vuelve al mismo lugar. La pandemia obliga al equipo madrileño a jugar como local en el recinto en el que Simeone logró su primer título como entrenador en 2012. El técnico ha querido suplir el Wanda Metropolitano por el estadio donde empezó todo. Un recinto talismán.
Han cambiado muchas cosas: el Atlético ahora es uno de los grandes de Europa, ya sí pelea el título liguero a Real Madrid y Barcelona casi en igualdad de condiciones y nadie en el fútbol europeo quiere enfrentarse al equipo del Cholo. Algunos de los que vivieron ese partido ya no están y muchos recordarán a su manera el partido de Bucarest.
En estos años, el Atlético ha intentado el asalto a la Champions, jugó dos finales, que perdió de manera cruel. Y una cosa no cambió en este periplo del técnico argentino: esa rebeldía del grupo del Cholo, ese levantarse después de cada duro golpe, el intentarlo una y otra vez... El Atlético afronta otro asalto a esa competición que tanto se le resiste