Fiel a su filosofía cruyffista, es optimista para ganar el Clásico en Valdebebas
Jordi Finestres, Manana Giorgadze y Enric Masip, pasa largas horas en las oficinas del Camp Nou y tiene trabajando a toda marcha a su futuro CEO, Ferran Reverter, y a Mateo Alemany, que será el hombre clave de la planificación del equipo de fútbol. Pendiente de conocer la situación económica real del club, empieza a poner las bases del que quiere que sea un proyecto audaz que agite las estructuras del Barça y le dé un salto en el tiempo. Un club más digital y más innovador, que se quite la etiqueta del Barçagate y las palizas que le han dejado fuera de Europa en los últimos años.
Laporta pisa de nuevo Madrid, una ciudad que paradójicamente resultó clave en su campaña para volver a la presidencia. El nuevo presidente le pidió a su asesor, Lluís Carrasco, una acción publicitaria en el exterior para darle empuje a la candidatura de Estimem el Barça. Laporta, sin embargo, pensaba en Barcelona. Carrasco fue más allá y tuvo la idea de llevarla a Madrid. Incluso pensó en el Bernabéu, ahora en obras, pero eso hubiera sido demasiado. Había dos opciones, la Puerta del Sol o alguna ubicación cercana en el Bernabéu. Y ahí dieron el golpe definitivo. En el Paseo de la Habana había una fachada ideal que permitía una publicidad de una altura de quince plantas. La lona costó 70.000 euros. Desde la candidatura de Laporta, se calculó que deberían haberse gastado 20 millones de euros en una campaña de publicidad clásica para obtener ese impacto en las elecciones del Barça. Así empezó a ganarse la vuelta al palco. Aunque lo que realmente le gusta a Laporta es ganar. Para eso ha bajado esta semana al vestuario a arengar a los jugadores. No quiere que el “Ganas de volver a veros” se quede en un frase. Fiel a su filosofía cruyffista, es rabiosamente optimista. Y se considera un tipo con la suficiente suerte como para empezar su mandato con un doblete.
La lona costó 70.000 euros; el impacto fue de 20 millones
Mentalidad