Pidcock se presenta
El británico del Ineos consigue su primer triunfo profesional frente a Van Aert y Trentin a los 21 años
Tom Pidcock vale para todo. A los 21 años, domina tanto la carretera como el ciclocross. Llama la atención desde muy joven en ambas disciplinas: en el barro posee los títulos mundiales y continentales júnior y Sub-23, y una plata absoluta en 2020; en la ruta es arcoíris júnior en contrarreloj y bronce en fondo Sub-23, así como ganador del Baby Giro en 2020. Menudo escalador y potente clasicómano (1,69 y 58 kilos), un corredor llamado a marcar diferencias en su generación. En la Flecha de Brabante logró su primer triunfo profesional (y con Ineos, que no dejó escapar a la perla británica, formada en el equipo de Bradley Wiggins) frente a otro hombre procedente del ciclocross, Van Aert, y un todoterreno como Trentin.
Pidcock rompió al pelotón a 38 kilómetros de meta, con una poderosa arrancada en el repecho adoquinado de Hertstraat. Sólo saltaron a su rueda Matteo Trentin y Wout van Aert, cada vez más acostumbrado a tapar huecos que a tomar la iniciativa. Tras cazar a los fugados y a un corte que se produjo con anterioridad, con nombres importantes como Cosnefroy, Teuns o Cavagna, Trentin probó y se marchó en solitario. Y de nuevo el inglés de Leeds aceleró y se llevó a Van Aert en la misma subidita para contactar con el italiano. Los tres se jugaron la victoria, y Pidcock les aplastó en los últimos cien metros. En la Kuurne (tercero) y la Strade (quinto) ya anduvo con los mejores, y en esta ocasión remató a lo grande: “Sabía que este tipo de trazado se adaptaba bien a mis características”. Mientras, Gijs Leemreize (Jumbo) se convirtió en el primer expulsado de una carrera por “posición incorrecta” con la nueva normativa de la UCI.
Miles Scotson vio que podía lograr su segunda victoria como profesional en la primera etapa de la Volta a la Comunitat Valenciana y no dudó. El australiano, que a sus 27 años sólo había ganado el campeonato de su país en 2017, atacó en el grupo cuando había comenzado a llover, a falta de 20 km para la meta. El Movistar intentó controlar, pero para eso había que seguir al corredor del Groupama, lanzado en un tramo descendente.
Fue imposible alcanzarle. Y eso que en una rotonda se fue al suelo, pero aún le dio tiempo a levantarse y llegar a meta con 28” sobre el grupo en el que marchaba Enric Mas. Hoy (14:00, Eurosport) sale líder en la segunda etapa, propicia para velocistas.