Un shooter hecho por y para amantes del género
Outriders ofrece una nueva perspectiva de los juegos de acción
Los looter shooter son un subgénero de los juegos de disparos que ha cobrado una especial relevancia en los últimos años (Destiny, The Division, Apex Legends), pero que a pesar de sus múltiples aproximaciones tiene unas reglas bastante fijas.
Ahora los polacos People Can Fly, con varios shooter de nivel a sus espaldas, quieren demostrar que aún hay espacio para la innovación.
Campaña. En lo único que Outriders viste traje clásico es en su modo campaña, que se compone de quince escenarios de diseño cerrado. Superar la historia principal más las secundarias y alguna misión de caza lleva unas veinte horas, una cifra nada despreciables, pero que cuenta con el
Precio: hándicap de que por el momento no hay previsto lanzar contenido regular como si hacen sus competidores.
Hay también contenido postgame que permite alargar la vida del juego. Es una arena de combate en la que se pueden obtener recompensas en función de su dificultad.
Innovaciones. Si hasta aquí nada lo separa del resto del rebaño en cuanto empieza la acción todo cambia, es un juego que a medida que se progresa se vuelve más complicado, las mejoras de armas no bastan, hay que incorporar nuevas técnicas y hacerlo deprisa y constantemente porque los rivales se vuelven más duros. Transmite una extraña sensación de que cuanto más se juega más indefenso se está.
El sistema de crafteo también es muy original y permite incorporar mejoras desmontando objetos e intercambiar sus ventajas, que no están ancladas a uno determinado.
El gunplay es perfecto, todo está ajustado al milímetro y el ritmo es frenético.