Makaridze atrasa el ascenso
Sadiq adelantó al Almería Raúl de Tomás asistió en el empate a Dimata y falló su tercer penalti consecutivo
No remató el ascenso, pero se quedó cerca el Espanyol después de su empate en el Mediterráneo, que acogió un espectáculo de muchos quilates, con opciones en ambas porterías y con Makaridze como héroe local después de detener el lanzamiento de penalti de Raúl de Tomás, el tercero consecutivo que falla. Ambos equipos igualaron prácticamente en todas las facetas durante un equilibrado primer acto, alternándose el dominio constantemente. El Espanyol movió el balón de lado a lado buscando un descosido en el entramado defensivo rojiblanco. El Almería, por su parte, lo intentó con transiciones más rápidas que de costumbre, percutiendo por el carril derecho con Balliu.
En el 32’ la tuvo Akieme en un peligroso testarazo tras centro del propio Balliu, acción que resumió la propuesta indálica. Fue en la segunda mitad, cerca de la hora golfa, cuando el intercambio de golpes fue mayor. En el 49’ Gomes recuperó para la causa a Sadiq, desaparecido en días anteriores y muy alejado del área rival durante la primera parte. En una jugada iniciada desde atrás, Robertone filtró uno de esos pases que se les pide a los jugadores que deben ser diferenciales, colándose Sadiq entre Óscar Gil y Calero, ganándole la partida al boecillano y cruzándola con la zurda al palo izquierdo de Diego López.
La alegría duró poco en el bando local. Ocho minutos después, Darder rompió todas las líneas del mundo con un magistral pase a Raúl de Tomás, quien se marchó de Buñuel con una facilidad pasmosa, cual niño disfruta de una piruleta. El delantero apuró línea de fondo y le regaló medio gol a Embarba, que remachó con la testa.
La igualada fue un jarro de agua fría para los de Gomes, que no se despertaron hasta el penalti parado por Makaridze. El Espanyol había reclamado tres penas máximas previamente, teniéndolo en una carga de Buñuel sobre De Tomás. Makaridze hizo justicia al adivinar la trayectoria del lanzamiento del ‘9’, como haría en un testarazo sobre la bocina.