Albert Ramos se adueña de la tierra con su tercer título
El catalán se impone a Norrie
Albert Ramos se lo merecía. Apostó por la tierra batida, como acostumbra en su planificación, y le ha salido más que bien. Ya apuntó alto en Argentina, cuando llegó a la final de Córdoba (perdió contra Juan Manuel Cerúndolo) y a las semifinales de Buenos Aires (le elimino el otro Cerúndolo, Francisco). En Marbella repitió penúltima ronda (cayó contra Carreño) y la recompensa le llegó ayer en Estoril, con el triunfo de la fe y la constancia en un partidazo contra el británico Cameron Norrie: 4-6, 6-3 y 7-6 (3) en 2h:44.
Con un martillo en el drive invertido de su potente izquierda, logró el catalán de 33 años, que será hoy el 37º del mundo, el tercer título de su carrera, tras los conquistados en Bastad 2016 y Gstaad 2019, todos sobre tierra batida. Era su décimo duelo por un trofeo ATP y esta vez no se le escapó. Y lo consiguió, además, medicado y atendido por unas molestias en el aductor de la pierna derecha. Más mérito.
“Fue una final muy complicada, él se merecía el trofeo igual que yo. He estado en tu posición mucho tiempo y sé que te llegará, porque mejoras cada día”, le dijo el vencedor a un Norrie que le calificó como “un hermano mayor en el circuito”. “He tenido momentos buenos y malos, y en estos he intentado seguir adelante. El año pasado fue muy complicado y nos pusimos a trabajar, lo sabe José María (Díaz, su entrenador), muy fuerte y con la misma ilusión del principio. Es un título que no me esperaba en diciembre”, concluyó Ramos, que supo aprovechar su experiencia y su pericia en partidos de tres sets (10-5 este año) en el desempate del tercero. No podrá celebrarlo mucho, porque mañana juega en el Mutua contra Fritz.
En Estoril Tercer campeón español tras Almagro y Carreño