En la tercera intervención se comprobó la sutura y se le limpió el menisco
Ansu Fati lleva medio año luchando sin tregua contra las adversidades. Lo que parecía que iba a ser una lesión de cuatro meses máximo (una rotura del menisco interno de la rodilla izquierda que sufrió el 7 de noviembre del año pasado) va camino de los seis. Y, lo que es peor, no tiene una fecha precisa de regreso. La recuperación de su lesión empezó con mal pie desde el primer día: tuvo que estar cinco días ingresado en el postoperatorio, después de ser intervenido por el cirujano Ramon Cugat en la Clínica Quirón. Este tipo de intervenciones necesita, en principio, sólo unas 48 horas para recibir el alta hospitalaria.
Sin embargo, la cosa fue a peor en las siguientes semanas: la rodilla se inflamaba sistemáticamente y el dolor no remitía. Al alargarse en el tiempo y constatar que con la fisioterapia no se avanzaba adecuadamente, se decidió volver a intervenirle. A principios de enero se sometió a una nueva artroscopia, supervisada por Cugat. Tras esta segunda operación, las complicaciones siguieron acumulándose, incluida una infección en la sutura. Fue entonces cuando se esfumó su sueño de jugar esta temporada en el Barcelona, así como también de participar en la Eurocopa y en los Juegos Olímpicos este verano con la Selección.
Una vez asumido que la temporada se había perdido totalmente, la hoja de ruta de
Motivos