Daniil Medvedev
—¿Qué tal se recuperó de la COVID?
—Bien. Tuve síntomas durante unos días, como si me hubiera cogido un fuerte resfriado. Volver a entrenarme no fue fácil porque había estado casi 10 días en la cama y aislado. Luego ya pude volver a trabajar, una semana completa, y recuperar la confianza para venir a Madrid. Lo mejor está por llegar. —¿Por qué apenas celebra sus victorias y títulos?
—Porque decidí que ese iba a ser mi estilo. Aunque en realidad no es fácil hacerlo así a veces, especialmente cuando el partido está igualado. Si vas 5-1 y 40-15 es sencillo no celebrarlo porque en tu cabeza sabes que casi seguro ganarás. Hace dos años, en Cincinnati estaba exhausto y en el US Open tuve algunas peleas con el público, así que no puede celebrar nada. Todo el mundo empezó a llamarme máquina rusa, hombre de hielo y cosas así. Lo encontré divertido porque en el fútbol ya había jugadores que no celebraban los goles, pero en tenis era raro. Mola ser el primero en algo y estoy seguro de los jóvenes que están llegando al circuito no celebrarán sus victorias y dirán que es por mí.
—Tiene usted un halo de misterio, a veces es fuego y otras hielo. ¿Cómo se describe? —Como un chico misterioso, sí. A veces no entiendo mis propias emociones. Especialmente cuando era más joven era muy tranquilo en mi vida privada, mucho, era muy difícil llevarme a un momento de ira. Y
—¿Siente miedo en la pista?
—Raramente. Por supuesto que a veces puedes tener una especie de miedo a perder cuando tu rival está jugando mejor que tú, como en el partido que jugué contra Bautista en Miami o contra Novak (Djokovic) en Australia, donde sí miré el marcador más que otras veces. Y es cuando, miedo no es la palabra, si no que no ves soluciones. Pero es de lo que va el tenis. Me gusta y tengo experiencia en grandes escenarios, así que ya casi no siento miedo.
—¿Qué está trabajando más duro para mejorar en tierra?
—En todo, porque tengo automatismos con los que juego en pista dura que no funcionan en tierra. En lo que más estoy trabajando es en los golpes liftados y no es sencillo.
—¿Qué tienen en común los buenos tenistas de Rusia?
—Un buen revés, aunque Rublev es un poco más español e intenta cubrirse con el drive también lo tiene. Y somos grandes luchadores.
—Federer, Djokovic o Nadal, ¿cuál es el rival más difícil?
—Fácil: Rafa en Roland Garros, Djokovic en Australia y Roger en Wimbledon.
—¿Le gustaría ser jugador de ajedrez cuando se retire?
—No creo, no soy muy bueno, aunque conozco las reglas, lo que a veces es suficiente para ganar a los amigos. No tengo el potencial para convertirme en profesional salvo en la PlayStation o algo así.
Celebraciones “No las hago porque en el tenis es raro y mola ser el primero en algo”