La broma pesada de Hazard
Veinte meses después, el belga sigue sin dar la talla y sus risas con Zouma tras ser eliminado, le delatan
Hay futbolistas que son felices en su propia burbuja, que juegan para el Yo Fútbol Club y perder sólo es un tránsito entre un partido y otro y su siguiente acto publicitario o storie de Instagram. Uno de ellos es
Eden Hazard, el futbolista mejor pagado del Real Madrid y el primero en echar pelillos a la mar, dos minutos después de que su equipo fuera eliminado a puertas de una final de la
Champions, con sus verdugos futbolísticos. El belga empezó el partido con aspiraciones de recuperar su genio y lo terminó a carcajada limpia con Zouma y
Edouard Mendy.
Una escena tragicómica, por el trasfondo, que no gustó tampoco a varios exfutbolistas blancos.“Tiene mucho que ver con el fútbol moderno, nos choca a los de antes, quizá nos enfadábamos más”, opinaba Cañizares en La Casa del Fútbol. Javier Balboa, en sus redes, también fue crítico. “Que alguien me lo explique porque no lo entiendo”.
Hazard transita por su propio jardín de las delicias donde todo le resbala. Ni hacer sufrir las costuras de la equipación (“Intento no ir mucho a la despensa a por los bollos, no es fácil”, dijo con sorna en abril del año pasado) ni pasarse tres cuartos de su etapa millonaria en el Madrid de baja: “Las lesiones no son el fin del mundo, porque paso más tiempo con la familia”.
Para su otra familia, la madridista, no deja de ser casi un extraño. El público del Bernabéu sólo le ha visto nueve partidos en directo antes del coronavirus, con un solitario gol al Granada. Es presumible pensar que, de no haber pandemia, el coliseo blanco le había martilleado los tímpanos a base de pitos, como bien sabe Gareth Bale. El valor de mercado del belga, según Transfermarkt, es de 40M€, 110 millones menos que cuando fichó. En la vida real y con su monstruosa ficha (15M€ netos), su valor de cara a un traspaso sería probablemente menos. Poca broma.