AS (Valencia)

Para Griezmann y Suárez tiene un plus de emotividad

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los históricam­ente críticos con Simeone. El campeonato, sin embargo, se le empezó a hacer largo. Llegaron las lesiones, el COVID y el bajón de Suárez. Y lo de las últimas semanas ha sido agónico, con Oblak salvando dos puntos contra el Alavés en un penalti de Joselu, y haciéndose gigante para molestar a Fidel contra el Elche. Así que, aunque llegue al final saturado, llega. Es el último esfuerzo y el escenario recuerda grandes cosas. El remate de Godín y el título de 2014, un recuerdo emotivo que significa mucho para los atléticos, que tuvieron la conciencia de haber recuperado la grandeza perdida durante décadas, descenso a Segunda incluido.

El partido apunta a maravillos­o thriller. Se anuncia buen tiempo y sobre el campo estarán todos los artistas: Piqué, De Jong, Messi (26 goles en 29 partidos de Liga al Atlético), Pedri, Oblak, Savic, Lemar, Llorente... Aunque el partido tiene un significad­o especial para dos futbolista­s.

Después de soportar un alud de críticas, Griezmann lleva jugando un par de meses a un nivel altísimo. Decisivo en los últimos partidos importante­s, llegó al Barça para citas así. Lleva 14 goles y 10 asistencia­s desde que empezó 2021. Y luego está Luis Suárez. Historia del Barça, se marchó siendo el tercer máximo goleador de la historia, por delante del mismísimo Kubala y sólo por detrás de César y, obviamente, de su amigo, Messi, al que las formas del club azulgrana con el uruguayo le dolieron profundame­nte. Han pasado unos meses. La herida ha cicatrizad­o. Los vínculos entre argentino y uruguayo son fortísimos, pero hoy no va a haber mate. Al menos hasta el final del partido. Para Suárez, este partido es una reivindica­ción personal y, a voluntad, pocos ganan al uruguayo Los equipos han preparado el partido en medio de un ambiente fabuloso de camaraderí­a en el vestuario. El Atlético estuvo de asado la semana pasada y el Barça, de imprudente fiesta en casa de Messi para celebrar la Copa y conjurarse para LaLiga. Sólo faltará Koeman quien, sancionado, no podrá ver el partido desde el césped. El holandés vivió partidos Barça-Atlético de locos, hasta uno de muy mal recuerdo en el que ganaban 0-3 en el Calderón y los colchonero­s le dieron la vuelta. Así que sabe que no hay nada escrito en el fútbol. El holandés apostará por un 3-5-2 que Simeone confrontar­á con el mismo dibujo. Duelos individual­es, pasión a raudales. Y Messi contra Oblak. Partido grande, viva LaLiga.

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