Día de diversión en Bilbao
Athletic y Osasuna se olvidaron de defender en un duelo de ida y vuelta Los rojillos equilibraron dos desventajas
Como Osasuna se había asegurado la permanencia antes de arrancar, por obra y gracia de un Huesca derrotado en Cádiz, y el Athletic ha quedado varado en la categoría, sin opción de clasificarse para Europa, ambos equipos se pusieron en San Mamés a disputar un partido sin ataduras. A lo loco, a todo trapo, con queroseno en vez de piernas. Fue trepidante y descontrolado, parecido a aquel reciente con el Valladolid como visitante de la Catedral. Poco que ver con el encorsetado Barça-Atlético de unas horas atrás.
Osasuna salió dormido y fue adentrándose en un partido tan vistoso. Arrasate puso toda la pólvora del mundo y la traca final, en el 88, fue un pase de Gallego a Budimir, que empató a dos. Los leones siguen sin sumar dos victorias seguidas.
Hay un porcentaje tan alto de navarros en el Athletic en la historia reciente que en cualquier gol a Osasuna suele ser oportuno manejar el cría cuervos. No un cuervo pero sí un cohete por los flancos fue Berenguer, el origen de los dos tantos a los navarros en una noche de ahora tú, ahora yo.
Cada uno se repartió porciones de los 90 minutos. Los bilbaínos se llevaron pedazos más grandes, eso es verdad, pero no les dio para ganar, porque no supieron parar la montaña rusa con el 2-1. Los rojillos estuvieron dormidos en muchas fases y los aguijonazos de los goles les hicieron espabilar cosa fina. Desde luego, fueron 90 minutos muy amenos, sin parones ni rollos, puede hablarse de fútbol neto.
El partido se hizo divertido por tantas ráfagas. Por ejemplo, en el primer sorbo. El fútbol control quedó desterrado y el choque se ajustó a un pasional ida y vuelta. Eso fue el arranque, una escena trepidante, con muchísimo ritmo. Y el rey de la fiesta del vértigo suele ser Berenguer, que condujo y condujo por la autopista navarra, dejando paisanos por las cunetas. Cedió a Villalibre y éste a Morcillo, que anotó a los 56 segundos, el tercer tanto más tempranero de este año. Igualó Brasanac, volvió a dar ventaja a los vizcaínos Sancet y llegó el colofón de Budimir. ¡Qué fiestón!