Y un Balón de Oro
Benzema celebra su premio con tanto ● Al equipo blanco le anulan tres goles ● El Elche pelea hasta el último cuarto de hora
ELCHE
Tete Morente
Lucas Boyé
Clerc
Nico
Gonzalo Verdú
Domingos Quina
Ezequiel Ponce
Total
REAL MADRID
Benzema
Valverde
Vinicius
Rodrygo
Asensio
Total
PUERTA
0
1
1
1
0
0
0
3
3
2
0
1
1
7
FUERA
3
1
0
0
1
1
1
7
1
0
2
0
0
3 sexto del uruguayo en la temporada. Ha roto a disparar, por prescripción de Ancelotti, y vuela hacia el pronóstico de Kroos, que le sitúa en el top tres mundial. Esos cañones fueron monopolio del fútbol alemán durante décadas, así que el ‘ocho’ del Madrid sabe de lo que habla.
Después del 0-1 quedó un partido estupendo, porque el Madrid lo disfrutaba y el Elche no lo entregaba. Allí mandaba el toque de Modric y Kroos en un equipo sobresaliente en creatividad. Quedó como muestra un gol anulado a Alaba por medio glúteo de Benzema en fuera de juego tras una doble pared al primer toque del austriaco. El VAR hubo de sacar esta vez el microscopio para detectar la infracción.
Sin embargo, el Elche, aun sometido por ese fútbol de encaje del Madrid, tuvo cierto filo. En un minuto encadenó dos disparos, de Nico
■ Sevilla-Valencia
■ Getafe-Athletic
■ Atlético-Rayo
■ Cádiz-Betis
■ Valladolid-Celta
■ Real Sociedad-Mallorca
■ Elche-Real Madrid
■ Almería-Girona
■ Osasuna-Espanyol
■ Barcelona-Villarreal y Boyé, que acabaron en paradas de Lunin, más exigente la primera que la segunda.
En cualquier caso, el Madrid se marchó al descanso con la frustración de haber dejado poca huella en el marcador después de un buen rato de fútbol de fantasía. El arte no suele estar bien pagado.
El segundo Madrid, el que volvió del vestuario, tuvo más que ver con lo que describió Xavi horas antes en Barcelona: un equipo de bloque bajo con las orejas tiesas para el contragolpe. Los partidos del Madrid, como el año, tienen cuatro estaciones. Así que durante unos minutos el Elche cayó sobre el área blanca para cazar una volea a la grada de Boyé. Salir sin Tchouameni, que no ha acabado de empoderarse, deja un déficit notable en el equipo cuando no tiene la pelota.
El francés acabó por entrar para echar el ancla después de que le anularan el segundo gol a
Benzema. Al Madrid había empezado a írsele la mano en su empeño de congelar el partido. Pudo costarle el empate en un cabezazo a quemarropa de Carlos Clerc que salvó por reflejos Lunin. El ucraniano ha guardado bien la finca en ausencia de Courtois. Y entonces, durante un instante, regresó la magia perdida. Rodrygo le devolvió de tacón una pared a Benzema y este se quitó un peso de encima con un remate raso imparable para Edgar Badía. Antes le echó un ojo a Gil Manzano, porque el VAR andaba con la escopeta cargada. Esta vez no quedaron dudas de la legalidad del tanto, que fue el punto final. Lo puso el Balón de Oro en su semana grande. Luego Asensio llegó a tiempo de adornar el triunfo. Por aprovechar el tiempo, aunque escaso, empieza la rehabilitación.