AS (Valencia)

Griezmann hace

El francés firma un doblete para aupar al Atlético como tercero en LaLiga ● El primero, gol olímpico

- PATRICIA CAZÓN

Como confeti puede lanzar Simeone sobre Griezmann los trozos desmenuzad­os del Excel de esa cláusula que hasta hace nada le enjaulaba. Porque el francés justifica el cholismo. Porque dos años después el francés vuelve a ser eso que fabricó su entrenador: su obra maestra del fútbol. Doblete ante el Betis para volver a la vida de siempre en LaLiga. El Atleti, tercero; que Barça y Madrid sientan su acecho en la sombra, si fallan. Un Atleti que fue sobre todo fiel a sí mismo. Un Atleti romo y cholista. Con Griezmann se puede. Con Griezmann todo es posible. Aunque se sufra. Porque en el Villamarín también se sufrió.

El rechinar de las pizarras llenó la hierba en cuanto el árbitro pitó el inicio. Pellegrini adelantaba a Carvalho por la falta de Canales. El Cholo le daba las alas a Correa y Saúl. Pero sin volar. Oblak regresaba a la portería en un Atleti alzado sobre su traje más cholista, el 4-4-2, el resistir como único juego. Enseguida el Betis se abalanzó sobre ello, rascando arriba y tatuando su nombre en el cuero, combinando y jugando a lo que Guido quisiera jugar. Los rojiblanco­s, abigarrado­s en su territorio, apretaban las líneas como los dientes en bruxismo. En ataque no existían. Para qué. Su primera parte fue solo un sobrevivir sin balón.

Porque mientras el Betis movía y movía buscando una grieta en el balance defensivo cholista, los del Cholo se convertían en diez Reinildos, impertérri­tos al amago de baile andaluz, que sin Fekir (banco) y Canales venía sin chispa, trastabill­ándose, sin hallar resquicio. Era el 18' cuando Pellegrini daba una patada al aire en su banquillo. A su plan acababa de salirle una grieta: Luiz Felipe caía lesionado. Víctor Ruiz, en frío, ocupó su sitio atrás. Pero salvo las travesuras que Griezmann intentaba, nada inquietaba el Atleti. Ninguno de sus compañeros le seguía.

Fue sobre los hombros del francés, cómo no, que los rojiblanco­s trataron de acercarse a Rui Silva. Griezmann bajaba, subía, buscaba y le arrancaba a Pellegrini la pista de baile que intentaba plantar. Sin arañar, eso sí. Las ocasiones eran como cometas Halley en la tarde, que sobrevolab­an las porterías de mucho en mucho. Y casi como pidiendo perdón. Todos disparos fuera, casi todos sobre la cabeza de Oblak. Pero eso es cholismo. Aguantar. Y robar, correr y matar cuando toque. El Betis trataba de escapar a la somnolenci­a que el Atleti instauraba cuando adelantaba sus líneas de presión para acercarse a Oblak. Pero una vez se escapó Iglesias y el portero atrapó en dos tiempos. Pero cuando lo hicieron todos los demás fueron solo balas de fogueo. Y lo escrito: al aire. O demasiado cruzadas. Como esa

 ?? ?? Griezmann marca de gol olímpico en el Villamarín, al sacar cerrado y fuerte sobre la portería de Rui Silva, una pelota que fue el 0-1 del Atleti.
Griezmann marca de gol olímpico en el Villamarín, al sacar cerrado y fuerte sobre la portería de Rui Silva, una pelota que fue el 0-1 del Atleti.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain