Al pozo de los Lakers no se le adivina fondo
Otra derrota estrepitosa, ya ocho en diez partidos
Los Lakers empezaron la temporada con cinco derrotas, con un ataque horrendo pero una defensa más que digna que los mantenía vivos en los partidos. Después sumaron dos victorias seguidas y, tras ese mínimo brote de optimismo, han llegado otras tres derrotas consecutivas, las tres por 14 puntos o más y recibiendo, adiós a la buena nota defensiva, una media de más de 127 puntos.
La tercera llegó en Salt Lake City, contra unos Jazz (139-116) que han ganado a los Lakers dos veces en cuatro días y son el mejor equipo del Oeste (9-3), algo increíble para una franquicia en reconstrucción que traspasó en verano a cuatro titulares, entre ellos sus dos grandes
En los tres últimos tropiezos han recibido una media de 127 puntos
estrellas y all star: Donovan Mitchell y Rudy Gobert.
En el último partido no jugó en los Lakers, por molestias en un pie, un LeBron James que en los anteriores participó mermado por un virus. Russell Westbrook ha aceptado dejar el quinteto titular, y está jugando mucho mejor como sexto hombre, pero las victorias no llegan. Y el entrenador recién llegado, Darvin Ham, ya da toques importantes de atención, vacas sagradas incluidas: “No podemos solo pensar en salir al mercado y hacernos con jugadores, no podemos gastar más en hacer el equipo.
Tenemos tres jugadores que estarán en el Hall of Fame que se llevan casi todo lo que podemos gastar en sueldos. Y más allá, queda lo que queda”.
LeBron, Westbrook y Anthony Davis tiene tres de los catorce salarios más altos de la NBA… pero ese big three ni funcionó la pasada temporada ni está funcionando en esta. Y mientras el equipo se deshace, de desastre en desastre, el debate se calienta en los despachos: ¿buscar un traspaso a la desesperada para intentar salvar el curso o darlo por perdido y esperar al verano para mover piezas?