El Madrid pasa el examen
Los blancos juegan un partido serio y se sobreponen a la reacción del Efes ● Hanga es clave ● Poirier mejora
Haces seis meses fue la final de la Euroliga. Ayer, un duelo entre dos grandes equipos que pugnaban por recuperarse. La victoria ante el campeón de Europa da al Madrid un impulso, de nuevo en los puestos de playoff. No hubo defensa excelsa, pero sí sensación de bloque conjurado y buen hacer cuando el rumbo parecía torcerse al final del tercer cuarto e inicio del último: 69-67. La actuación de Hanga en ese tramo resultó fundamental, atacando entonces el aro y bien atrás todo el encuentro, como base de partida y sobre Micic. El húngaro acabó con 11 puntos y 6 asistencias.
Muchas manos merengues sumaron, como el habitual Deck y el mejorado Poirier, 13 tantos cada uno, y Llull con 10, incluido un triplazo de medio campo. Yabusele se paró en 11 antes de marcharse al vestuario porque se le fue la rodilla derecha en una defensa al poste. El Madrid repartió 25 asistencias y solo extravió 9 balones, nada que ver con lo visto en Zaragoza. Supo compartir el balón y sacar ventaja de eso. Y atrás controló el perímetro (5 de 18 de tres el Efes).
Era un duelo de alta exigencia, por la clasificación y por el runrún que acompaña al Madrid con cada derrota. Al Efes también le apremiaba la victoria, porque va a ritmo de ganar un partido y perder dos (o tres).
Los dos contendientes salieron a hacer lo que mejor saben: atacar con talento. Concentrados en eso, pocas pegas, pero en defensa… demasiado intercambio de canastas. El camino al aro estaba asfaltado y lo cogieron. Sin embargo, el Madrid sumó más y mejor porque, aunque permitió demasiado, dominó el rebote y alejó del caudal encestador a Micic (solo 4 puntos entrado el tercer periodo). La traca llegó con el triplazo de
Llull desde unos 15 metros, recién pasada la línea de medio campo, totalmente esquinado y sobre la bocina del descanso. Celebración a la altura. Luego, en el tercer acto, Hezonja quiso discutirle la jugada del partido con un alley-oop culminado con un mate de espaldas a pase de Hanga. Justo con esa acción, los blancos alcanzaron el +15 (66-51, minuto 26) y… entraron en un bache corto, pero profundo: 0-10 y pulso recuperado.
Ay, ay, ay… se escuchaba en la grada. En plena congoja local, con el ataque enfangado, apareció Hanga. Una buena entrada y una segunda aún mejor rematada con un 2+1 para sobreponerse al peliagudo 69-67. Zizic empujaba cerca del aro. Un mate de Poirier (mucho más metido), otro triple de Llull y una nueva arrancada de Hanga reabrían la brecha. Triunfo sanador.