Griezmann El esfuerzo es innegociable
El sacrificio del francés, con Soria como última muesca antes del Mundial, ejemplo a seguir del Atleti tras Qatar
El esfuerzo no se negocia”. Esa frase cholista no tiene mejor foto que Griezmann. A diez días del estreno de Francia, actual campeona, en el Mundial (el martes 22 ante Australia, 20:00 horas), jugó la Copa como si Qatar no existiera. Se fajó y luchó como si ese partido ante el Almazán, cuatro categorías por debajo, primera eliminatoria, fuera el primero y último de su vida. Dándolo todo, metiendo la pierna, yendo al choque, sin guardar nada. “Su esfuerzo fue enorme, por eso es campeón del mundo. Su actitud y la de otros generan compromiso e identificación”, encomió Simeone. No hay rival que merezca más preparación que otro. Desde que se perfiló el acuerdo con el Barcelona que permitía acabar con su restricción de minutos, Griezmann ha sido titular en once de los doce partidos del Atlético. Y siempre dando la cara, incluso en los días más negros de todos los demás (Oporto). Un año después de su regreso ya no se oyen pitos por su marcha al Barça dos años antes rompiendo el corazón de toda una afición a la vez. Esa que le veneró durante cinco años.
En San Mamés pidió perdón de palabra. Pero avisó: “Prefiero ganármelo en el campo”. Y eso hace. Los Pajaritos lo vio: Griezmann fue el titular del Atlético con mejor porcentaje de duelos ganados, después de medirse en diez cuerpo a cuerpo con los jugadores del Almazán, el segundo que más de la plantilla tras Hermoso (13) y salir vencedor en ocho de ellos (80%). Jugó 90’, realizó 61 pases buenos (82,4% de acierto) y marcó un tanto anulado por fuera de juego. Pero, más allá del juego, no pasó desapercibido entre la afición el trabajo. El francés no paró de correr, llevó a cabo dos entradas exitosas y recuperó cuatro balones. Porque el esfuerzo no se negocia no es una frase vacía. Y Griezmann lo demuestra partido a partido.