Un precioso homenaje a Simeone
Me pareció que el acto era muy atlético, como lo es Simeone, que ha alcanzado 613 partidos”
El Atlético le ofreció ayer tarde al Cholo un homenaje sentido y sencillo, bonito y medido en todo, desde el marco a la duración pasando por el contenido. Un escenario recoleto, con todo el aire de decorado para una obra de teatro, muros de ladrillo, sofá y sillón, la plata que Simeone ha aportado al club, un presentador acreditado, Vicente Vallés, el presidente, Enrique Cerezo,y unos cuantos personajes que han trabajado con él, bien como compañeros en la época de futbolista, bien a sus órdenes ya como entrenador. Me pareció que el acto era muy atlético, como lo es Simeone, que ha alcanzado la montaña de 613 partidos en su banquillo.*
No es un número redondo pero es un hito, porque con el último adelantó a Luis Aragonés, leyenda del club, otro que fue grande en el campo y en el banquillo. Los de Simeone son, además, de tacada y suponen un mérito singular en nuestro fútbol, tan pendiente, empezando por su colectivo más impaciente, o sea nosotros, la prensa, de cuándo se va a echar al entrenador. Lo ha conseguido además en un club que con su anterior presidente, Jesús Gil, batió todas las marcas en materia de demoler entrenadores. Un día me dijo Miguel Ángel Gil, desalentado por esos arrebatos de su padre: “Lo hemos probado todo menos la paciencia”.
Ahora el club ha probado la paciencia y ha resultado. Claro, que escogió la persona ideal en la que depositarla, un hombre apasionado, patriota del Atlético, ferozmente exigente consigo mismo, lo que le autoriza a serlo con los demás, y sabio en su puesta en escena. Partido a partido son 613 y los que vengan. Por el camino se han quedado dos oportunidades en las que la Champions se escapó por muy poco, pero hubo otros títulos y este ciclo triunfal permitió al club hacer un estupendo estadio e instalarse en la élite europea. No sé cuánto más durará, a veces la convivencia da signos de agotamiento, pero ayer no tuve esa impresión. Enhorabuena.