“Red Bull tiene muchísimos jugadores bajo su control”
Jonathan Soriano (El Pont de Vilomara, 1985) jugó cinco años y medio en el Red Bull Salzburgo, el proyecto austriaco de la marca que ahora impulsa al Leipzig. Acabó como su máximo artillero histórico, con 172 dianas en 202 partidos. Analiza para AS el partido y el inabarcable patrocinio de Red Bull en el fútbol y en el deporte en general.
—¿Cómo ve el Leipzig-Madrid?
—El Madrid en Champions es una historia de amor, llevada al máximo esplendor. Llega con bajas y con lo que sea, y lo soluciona todo. El Leipzig tiene buenos jugadores y un planteamiento bueno, pero en Champions el Madrid siempre es favorito. Con bajas y con lo que sea, es un grande; está por delante.
—¿Cuándo le dijeron de ir a un club de Red Bull, qué pensó?
—Fue el que más apostó por mí. Claro que me llamó la atención el nombre, Red Bull, hasta entonces se lo conocía por el motor y los deportes de riesgo. Pero creí en ellos, en su planteamiento de futuro, en que querían hacer cosas serias.
Llegué allí y no había nada aún, no había una base, esa la hicimos estando yo allí. El cambio ha sido real, es increíble lo que han conseguido con su filosofía y con pocos medios. Ahora han extrapolado esa filosofía y son un referente en Europa.
—Salzburgo era el principal proyecto en el fútbol... hasta que llegó el RB Leipzig.
—Lo de Leipzig ni lo conocíamos, empezamos a oír de ellos cuando estaban en Tercera, y cuando suben a Segunda ya vamos notando que son el hermano pequeño que se va haciendo grande. Nosotros ganábamos Ligas, jugábamos en Europa, éramos el espejo en el que mirarse. Pero cuando suben a Bundesliga, ahí se acaba eso y pasan a ser el primo de Zumosol, por su estructura, porque los jugadores que triunfaban en el Salzburgo pasaban a ser del Leipzig en propiedad… Nos habían pasado por la derecha, y sin avisar. Se entendía, aunque sabía mal, se nos dejó un poco de lado. Nosotros pasamos a ser los que teníamos los jugadores buenos y a un precio asequible. Costó un poco encajar eso, a la afición y también a los veteranos, todo era Leipzig entonces. Pero imperó el sentido común, Leipzig era el número uno y nosotros nos quedamos como el hermano pequeño, formábamos a los jugadores y si daban el callo, se iban para Alemania. Allí pueden invertir mucho más, pero no quieren ser un Bayern, ellos hacen jugadores jóvenes y si viene un grande que paga mucho, si todos salen ganando, no hay miedo a vender. Entre los equipos de Austria, de Brasil, de Nueva York… Red Bull tiene muchísimos jugadores bajo control.
—¿Conoció a Dietrich Mateschiz, el fundador de Red Bull? Un personaje peculiar...
—Él estaba más a la Fórmula 1 y a los aviones, tenía un aeropuerto sólo para todos sus aviones. Una de mis últimas renovaciones la hago personalmente con él. Le gusté, le caí bien o lo que fuera, y un día me dijo que me quería ver. Imponía, era un hombre carismático.
—Le gustaría el Red Bull, por la cuenta que le traía.
—Nos dieron varias charlas en el club, siempre ha habido el debate de si es bueno o no para la salud. Con moderación, está bien. En cualquier recinto de Red Bull no vas a encontrar ninguna bebida de cola y en Austria imagina, sobre todo en
Salzburgo, la mayoría de locales son de Red Bull. Teníamos en todas partes, en los entrenamientos, y en los viajes nos acompañaba siempre el típico coche con la lata enorme en el techo. El patrocinio es al 100%.
—Usted estuvo en Arabia y también en China. ¿Teme que lo de ahora pueda acabar en otra burbuja?
—Yo pillé el estallido de China, que parecía que iba a romper todos los esquemas y duró poco y menos. Parece que en Arabia son algo más serios, están comprando muchos jugadores. Hay que darle tiempo, ahora parece que todo va muy bien. Pero paciencia.
Cambio “Cuando el Leipzig llegó a Primera, se dejó al Salzburgo algo de lado”
Filosofía “No quiere ser como el Bayern. Si es buen precio, no hay miedo a vender”
—Ya hay quejas, como las de Laporte en AS...
—Tienen otra forma de trabajar. Puedes estar meses sin cobrar y de pronto llega un día y te lo pagan todo de golpe. A mí ya me pasaba, y los locales te decían: “Tranquilo, ya te pagarán”. Te tienes que fiar de la palabra. Si quieres que se cumpla al dedillo lo firmado, allí de momento no funcionan así.
—De Salzburgo también salió Haaland. ¿Lo ve de blanco?
—Claro, como a Mbappé. La Liga necesita tener de nuevo jugadores de máximo nivel.