El Madrid gana como puede
Una defensa de Campazzo a Jaime evita la campanada del Lenovo
Una gran acción defensiva de Campazzo en uno contra uno frente a Jaime Fernández mantiene al Madrid líder a una semana de jugarse el primer puesto en Málaga contra el Unicaja. Necesitaba vencer como fuera, en plena racha de tres derrotas en la Euroliga, para fortalecer su sistema inmunitario contra el virus de las malas sensaciones. El Lenovo Tenerife se lo puso muy cuesta arriba pese a su pobre 20% en el triple, a que Shermadini no exhibiera sus demoledoras continuaciones y a que Marcelinho Huertas solo repartiera una asistencia (a 11 de batir el récord histórico de Laso). A cambio, Fran Guerra hizo una labor enorme y Kyle Guy pegó un demarraje postrero que casi les da la gloria a los suyos.
El Madrid supo reaccionar atrás y en el rebote, lució un poco en el tercer cuarto con Musa y Tavares y luego con la entrada de Causeur y Llull, y aguantó en el último con los 9 puntos del capitán y alguna acción clave defensiva (6 de las 10 pérdidas visitantes, entonces). Abrazó la victoria en el alambre, en los 10 segundos finales.
El momento sima del Madrid tras ganar la Copa, y todavía a mes y medio del playoff de la Euroliga, es evidente. Los blancos se mueven un par de niveles por debajo de lo que mostraron en diciembre, y quizá uno por detrás de los mejores del continente ahora, así que si de visita viene un rival de los que aspira a tumbar a los grandes, con un gran ataque en estático y en forma (no caía desde el 14 de enero ante el Barça), las dificultades parecen garantizadas.
Lo vimos en la primera parte, cuando el Lenovo Tenerife cuidó mejor el balón y, sin una actuación fuera de lo normal, mandaba 38-41. El líder repetía errores tras extraviar 9 balones y ceder 6 rebotes bajo su aro, lo que, en el idioma del baloncesto, se tradujo en 11 tiros de campo más, una barbaridad.
Lo mejor del Madrid, lo más aplaudido por la grada, los minutos de Alocén (Chacho era baja). Estuvo 7:58 en la primera parte, aguantó el tipo frente a Huertas (un tapón y dos robos oportunos) y en ataque se mostró activo, conectó con Deck y entregó tres asistencias. Buen relevo al Facu, que no anda fino. Desde fuera se le ve para jugar más.
En la reanudación los problemas locales seguían ahí.
Fitipaldo acertó con un triple, Campazzo la perdió en un pase arriesgado y en la carrera posterior Guy la clavó de tres: 43-49. Tiempo muerto de urgencia de Chus Mateo. El equipo respondió bien. Llull entró de base y apareció el castigador Causeur: 63-57. El volantazo era evidente y, pese a que Huertas igualaba a 63, el ritmo era otro: el de Llull, por ejemplo, al timón. Entrada hasta la cocina después de esprintar de campo a campo y triplazo (9 tantos en este parcial).
Los de Vidorreta perdían cuatro balones (y añadirían dos más), algo muy lesivo para su estilo y más en un instante crítico. Con 72-63, los visitantes debían remar muy fuerte. Encontraron los brazos de Kyle Guy. Una racha abrasiva del escolta (9 puntos) igualaba a 76. Y Jaime Fernández elevaba el 76-77 en el último minuto. La campanada, lista para sonar. Lo impidió la defensa, la de Campazzo, que, tras anotar dos libres, supo parar cara a cara a Jaime. El Madrid necesitaba el triunfo, como fuera, para no agobiarse más.