Alcaraz rebaja a un ogro
Carlitos gana de nuevo a Auger-Aliassime, que le venció las tres primeras veces, y mañana se mide en octavos con Marozsan
Felix Auger-Aliassime aún puede presumir de haber sido, de momento, el único tenista capaz de ganar a Carlos Alcaraz en sus tres primeros enfrentamientos. El canadiense fue una piedra en el camino inicial del español en el circuito. Hasta que el año pasado, en los cuartos de final de Indian Wells, Carlitos le perdió el respeto en pos de uno de los títulos más importantes de su carrera. Ayer, en el mismo escenario, rebajó de nuevo a su antiguo ogro, con mucha autoridad: 6-2 y 6-4 en 77 minutos. Mañana, en octavos, el murciano tratará de vengarse también de Fabian Marozsan, que se deshizo del brasileño Seyboth Wild (doble 6-2). En 2023, el húngaro le mandó para casa en Roma a las primeras de cambio.
Las cosas han cambiado bastante desde el primer duelo entre Auger-Aliassime y Alcaraz en el US Open 2021, cuando Carlitos, que venía de cargarse a Stefanos Tsitsipas en cinco sets y apear después a Peter Gojowczyk, tuvo que retirarse en el tercer set. Él (20 años y número dos) ha progresado un montón, mientras que Felix (23 y 31º) se ha estancado claramente, pese al asesoramiento de Toni Nadal. Su revés, por ejemplo, deja mucho
Análisis “Me moví bien, pocos fallos... un partido casi perfecto”, dice Carlitos
que desear (12 errores no forzados). Por eso se lo castigó el prodigio de El Palmar, en un encuentro con pocos intercambios largos, en el que era crucial estar muy atento a ese tipo de detalles, sacar bien y aprovechar los errores del rival. Charly leyó el partido de maravilla. Frecuentó los servicios abiertos, restó con enjundia y se mantuvo concentrado siempre. “Puse casi cada resto dentro. Estuve mejor que él desde el fondo, me moví bien y fui agresivo, con pocos fallos. Un partido casi perfecto para mí”, analizó.
Se echa de menos en Auger-Aliassime la chispa que le hizo muy difícil de vencer hace un par de años, cuando fue el sexto del ranking y rompió a ganar títulos tras haber perdido
varias finales. El curso pasado fue malo para él y le restó confianza. Tenía una pegada tremenda en pista dura, sobre todo bajo techo, y se esfumó. Alcaraz, por contra, y pese a esa inquietud que se ha extendido porque no gana un título desde Wimbledon, crece en orden y disciplina (ayer lo demostró), y hace que sus rivales se sientan inferiores. Con Auger, le ha dado la vuelta a la tortilla.
Estabilidad. Esta será la tercera vez consecutiva que Alcaraz juegue los octavos del BNP Paribas Open. En 2022 fue semifinalista y en 2023, campeón sin perder un set. El reto ahora es repetir éxito y mantener el dos en la clasificación, ante el acecho de Jannik Sinner.