¡Vaya par de gemelos!
Simon Yates, hermano de Adam, ganó una etapa rompepiernas
Los gemelos Yates siguen de moda. Tras el gran Tour de Francia de Adam, que acabó cuarto en la general y mejor joven de la carrera, su hermano Simon se inscribió en la Vuelta a España con ganas de reivindicarse y se ha impuesto en la sexta etapa, sobre un recorrido rompepiernas por la Ribeira Sacra. A los 24 años, es la primera victoria en una grande de la fratría. “¿Quién es el mejor de los dos?”, le preguntó Juan Carlos García en TVE al término de la jornada. Simon sonrió de oreja a oreja y respondió: “Se verá con el paso del tiempo”.
El tiempo dice de momento que Adam ha logrado una mejor clasificación en una gran ronda, a un escalón del podio de París, y ha conquistado una clásica del World Tour: San Sebastián 2015. Simon tiene un triunfo en la Vuelta y un tropezón con un caso de dopaje: dio positivo en la última París-Niza con un broncodilatador y, aunque el equipo Orica asumió toda la responsabilidad por no tramitar el permiso terapéutico, estuvo cuatro meses sancionado. Tras su reaparición ya lleva dos victorias, ambas en España. Justo un mes antes había vencido también en la Klasika de Ordizia. Los hermanos Yates, por cierto, se destaparon en el Tour del Porvenir de 2013, aquel que ganó Rubén Fernández: Adam subió al cajón (segundo) y Simon conquistó dos etapas.
A cuatro kilómetros de la llegada de Luintra, el suizo Matthias Frank era el único superviviente de la fuga del día, pero el ritmo de su pedalada anunciaba ya el final de la aventura. El Movistar tiraba de un pelotón muy cribado. Los focos apuntaban a Alejandro Valverde: el trazado parecía hecho a su medida. Entonces Dani Moreno miró al murciano y a Nairo Quintana, y con permiso de sus jefes abrió gas. Pésima jugada. Simon Yates respondió como una centella. Primero rebasó al español y después superó a Frank. Sin piedad.
La escapada. Frank era el último viajero de una escapada de 11 corredores que se formó en el kilómetro 45. El mayor peligro era el portugués Jose Mendes, a 2:51 minutos. También estaba Alberto Losada, a 3:11. Los equipos de los gallos no querían alegrías en un terreno de caza complicado y no dejaron nunca que los fugados se destacaran más allá de los dos minutos y medio. En el alto de Alenza, Omar Fraile tomó la cabeza. Detrás se formó un cuarteto con Zeits, Frank, Bakelants y Losada, que tuvo un susto en el descenso y desapareció de la persecución. A 18 kilómetros, Fraile fue neutralizado y Frank se marchó en solitario. El resto ya lo conocen.
Uno de los integrantes de la aventura era Jan Bakelants, que el día anterior se había visto implicado en Lugo en la caída provocada por un bolardo que envió a casa a Steven Kruijswijk. Bakelants, enfurecido, dijo tras el lamentable suceso: “La carrera ya tiene el accidente que buscaba por no indicar bien estas cosas”. Quizá enrabietado, Bakelants buscó ayer una victoria que se le resistió. Atropellos de vehículos de carrera, arcos hinchables que se caen sobre el pelotón, ciclistas que se saltan pasos a nivel, bolardos mal señalizados… En los últimos años, los casos de inseguridad ya son demasiados. Y demasiado graves.