La nueva Champions: cuatro plazas fijas para las cuatro grandes Ligas
Ganar la Europa League llevará a la fase de grupos
La UEFA anunció ayer de manera oficial que habrá un cambio estructural en la Champions League para el periodo de 2018-19 a 2020-21. El organismo responde así a las presiones de los clubes más poderosos de la ECA, entre los que se encuentran Madrid y Barcelona, que amenazaban con crear una Superliga paralela. “Tras largas discusiones, que han durado más de un año con la ECA, hemos llegado a este acuerdo”, anunció Theodore Theodoridis, secretario general de la UEFA, que también recalcó: “Nuestra intención ha sido proteger a todo el fútbol, dejar la competición abierta a todas las ligas y a todos los países. Queremos seguir teniendo una familia unida y fuerte”. Pero habrá ciertas modificaciones que favorecen a los clubes poderosos y a los históricos.
El principal cambio radica en que las cuatro Ligas con mejor coeficiente UEFA meten a sus cuatro primeros clasificados de manera directa en la fase de grupos. La diferencia radica en que la cuarta liga con mejor coeficiente (que ahora es Italia), mete dos equipos más. Con el formato anterior entraban dos de manera directa y el tercero jugaba previa (en esta ocasión el Roma, por ejemplo, se quedó fuera). Se ganan cinco plazas directas para la fase de grupos (ver gráfico) para esas cuatro grandes ligas. Las federaciones que figuren 11ª y 12ª en el ránking (actualmente, aunque puede cambiar cada año, Suiza y Turquía) son las grandes perjudicadas. Los primeros de esos campeonatos tendrán que ir a la cuarta ronda. Otro de los cambios es que el campeón de la Europa League se clasifica directo a la fase de grupos, y evita la posibilidad de disputar la cuarta ronda previa (ahora, si el vencedor de la Champions era del mismo país sí iba a fase de grupos). En la ronda previa se pierden así cuatro plazas de acceso a la fase de grupos, lo que resta opciones de estar en ella a los equipos menores.
Otra de las concesiones a los clubes poderosos ha sido incluir los éxitos históricos en los baremos que se barajan para obtener el ránking UEFA, que se actualiza cada año con lo hecho en competiciones europeas en los cinco años anteriores. Hasta 2018 se obtiene así (según el formato actual): dos puntos por victoria y uno por empate. Más cuatro puntos por estar en la fase de grupos y cinco por cada ronda que se pasa hasta la final. Más el 20% de los puntos que tenga la federación del país al que pertenece (los españoles salen beneficiados pues lidera ese ránking holgadamente). A partir de la 2018-19 se computan todos esos factores y, además, se incluye otro “histórico” (aún por determinar su valor) por los títulos conseguidos a lo largo de la historia de cada club en Champions y Europa League.
Pero la gran diferencia está en el reparto del pastel del dinero. Con el actual formato los clubes perciben un 60% del total de sus ingresos por participar, pasar rondas y por partidos ganados o empatados, y el 40% por el Market Pool, un baremo por el que las entidades de una misma Liga que participan en la competición se reparten la porción que la UEFA concede de los derechos de televisión y márketing que se generan desde ese país. Con el nuevo formato, el Market Pool se reduce al 15%, lo recibido por participar y por méritos deportivos se queda en el 55% y se introduce un 30% de ingresos por coeficiente (para obtenerlo contarán, a partir de 2018, los títulos conquistados a lo largo de la historia).
El secretario de la UEFA, Theodoridis, reconoció las presiones de los grandes, aunque también que “nunca hubo la sensación de que quisieran marcharse de la competición”. Los cambios se han anunciado justo antes de que se celebre el Congreso de Atenas del 14 de septiembre en el que se elegirá al nuevo presidente entre Villar, Van Praag y Ceferin. “No digo que estuvieran todos de acuerdo”, aseguró Theodoris, “pero eran unos cambios que urgían concretar”. La UEFA repar tirá esta temporada 1.300 millones de euros.
El coeficiente UEFA será un nuevo factor para la repartición de ingresos