El debate del 9 o cómo atacar

Llevamos varias semanas pendientes de si llegará el tan manido 9. En Zorrilla se cansan de decir que es difícil, que no hay dinero, que Mata es un nueve e, incluso, que Ibán Salvador y Juan Villar pueden jugar en esa posición. También Herrera ha entrado en el debate. No ayer. La pasada semana vino a decir que la guinda del pastel sería ese jugador de arriba que haga 20 goles, o alguno menos. Casi nada. Lo cierto es que el técnico ha insistido mucho en el perfil de jugadores jugones de mediocampo, tocones, con llegada al área contraria, y cuando se ha dado cuenta de que vendría bien uno que las empujara, que jugara de espaldas, cuando ha saciado su hambre de interiores, el límite de gasto puede frenar estas aspiraciones. Puede llegar el 9, pero es muy complicado.

Ysí, vendría bien un 9 de 20 goles o, mejor de 25, pero lo cierto y verdad es que la construcción del equipo no va en esa dirección. En todos los partidos de pretemporada y ante el Oviedo, el técnico ha usado dos delanteros pegándolos mucho a la banda, abriendo espacios por dentro para los interiores. También lo hizo durante algunas épocas en Las Palmas. Es su estilo de juego, su forma de jugar. En ninguno de los partidos colocó un nueve de referencia. Sí es verdad que pudo probar a colocar a Villar ya Mata, juntos, un poco más centrados, pero siempre con la opción de caer a la banda. Por tanto, claro que vendría bien un 9 rematador, pero no olvidemos que la fórmula Herrera es diferente. Como reconoció ayer: “A veces hago cosas raras”. Mientras salga