Tres goles precisos y de calidad

Como en otras facetas en la vida, el porcentaje de acierto es el gran motor del éxito. Aunque no es así, este Valladolid debería fiarse de su calidad para finalizar, sobre todo lejos de Zorrilla, donde hay más espacios. Debería ser un equipo que no necesite muchas ocasiones para hacer gol. Otra cosa es cuando juega en casa, donde precisas de más jugadores de área, más centros y remates. Los goles de ayer acreditan que ese es el camino más sencillo. Sólidos atrás y buenos pases para jugar esos espacios, el resto lo hace la calidad individual, y este equipo la tiene. La presencia de Jordan en posiciones mucho más adelantadas es un acierto de entrenador, al César lo que es del César. De momento está dando buenos resultados y creo que el tema de arriba se va a quedar así, con la incorporación de Mata, ya veremos por quien. El caso es que los resultados mandan, aunque el juego sigue dejando algunas dudas.

Porque el Valladolid de la primera parte recordó mucho al de los últimos partidos, al que no merece estar arriba. Es cierto que se defendió con orden, pero no generó nada, fue un equipo plano. El gol de Jose cambió el panorama, aunque después tuviera que agazaparse atrás durante un tramo peligroso del partido. Lo cierto es que cuando tuvo que sentenciar no le tembló el pulso, todo lo contrario, pareció ser un equipo muy acostumbrado a hacerlo. Los tres goles llegaron por la misma banda y con la precisión como principal aliado. Lo de Jose no me sorprende, estuvo donde tenía que estar, el de Míchel tampoco, pero me alegro especialmente del de Álex López. No estuvo bien durante el choque, pero el disparo llevaba el veneno del que lo necesita de verdad. Es un tipo comprometido y muy autocrítico y seguro que este peso que se quito de encima ayer le vendrá muy bien. Se lo merece.