Bruno regresa para atar el pase y recuperar la caja
El Villarreal no quiere otro palo tras el de Champions
No es día para rodeos. Los tropiezos en Europa estresan y toca ir al grano: el Villarreal se la juega en casa ante el Steaua. Se clasificará para los dieciseisavos si gana. Y también logrará el pase, calculadora en mano, si empata y el Zúrich no vence al Osmanlispor. En caso de triple empate a puntos, el Villarreal sería primero, con las ventajas que acarrea. Perder sería un drama. Otro más tras haber caído en la previa de la Champions en verano.
En el once de Escribá se notará la importancia de la cita. Hace tres meses debutó en la Europa League con ocho cambios en su once, portero incluido, respecto al equipo que venció días antes en Málaga. Entonces se creía en las rotaciones. Esta vez comparecerá con todo y Asenjo a los mandos, a pesar del desgaste en Leganés y de que espera el Atleti. Hasta Bruno, ausente en la última jornada tocado, dará un paso al frente. Hay mucho en juego. Y no sólo en lo deportivo.
El Villarreal, con fichajes de tronío, dejó de ingresar 12,7 millones por caer en la previa de Champions, a lo que hay que sumar los 1,5 por victoria a los que hubiera optado en la fase de grupos y los 0,5 por empate. Por no pensar en cotas mayores. En la Europa League, donde ingresó 2,6 millones por participar, ha perdido un millón con su derrota y tres empates. Hoy se juega, más allá del prestigio y la ilusión, frenar una sangría que podría llegar a los 24,2 millones en cuatro meses: pelea por los 360.000 euros del triunfo, los 600.000 de ser primero y los 500.000 por clasificarse. El Steaua viene lanzado, líder de Rumanía y con las opciones intactas. En la ida ya empató al Submarino (1-1). Conviene salir muy fuerte y no dejarle soñar.