Festival goleador pucelano ante un flojísimo Mirandés
Marcaron Jose, Villar, Mata, por dos veces, y De Tomás
El Valladolid se dio un festín de goles ante el Mirandés y suma su segunda victoria consecutiva que le ayuda a acercarse a la zona de privilegio. El equipo de Herrera, con un 4-2-3-1 y sin Alex López en el equipo, hizo un partido contundente. Y es que desde el principio, los de Herrera demostraron que querían sacar los tres puntos y agradar a sus aficionados, mientras que Claudio Barragán, que se estrenaba en el banquillo visitante, no dejaba de corregir a los suyos. Alex Pérez cabeceó al larguero en el minuto tres y dos minutos después Jose marcó un bonito gol al lanzarse en plancha para rematar un centro desde la derecha tras una jugada elaborada. El canterano suma seis goles y aumenta cada partido su cuota de protagonismo en este equipo.
A partir de ahí, el Valladolid se durmió y el Mirandés creció por esa dejadez. Sangalli disparó desde lejos y el balón se fue fuera. El equipo de Claudio dominaba sin peligro, aunque tiró tres corners seguidos, mientras el Valladolid parecía tener demasiada prisa y perdía el control del partido. Sin embargo, en una jugada muy parecida al primer gol, en la que Jordán puso la pausa, Míchel el centro y Villar el remate de cabeza, el Valladolid dobló su ventaja mostrando, de nuevo, una efectividad deslumbrante. El Valladolid se iba 2-0 al descanso después de que Guarrotxena cabeceara un córner, remate al que respondió fenomenal Becerra, en la ocasión más clara visitante de todo el partido.
Más y mejor. En la segunda parte, sin embargo, el Valladolid lejos de conformarse salió con la intención de tener más continuidad, más toque y más goles. Pronto Ruymán cometió un penalti sobre Mata, que el madrileño aprovechó para convertir. El Mirandés, desbordado, sólo pudo hacer peligro con el disparo de falta de Eguarás y el cabezazo de Pedro. El Valladolid no se adormiló en esta segunda parte. Jose metió una quinta velocidad para entrar por la izquierda y poner un balón al primer palo, sobre la línea de fondo, a Mata, que peinó con la coronilla para batir, de nuevo, a Roberto.
Entonces fue el momento del cambio de De Tomás, que salió con la intención de sumarse a la fiesta goleadora. Lo intentó nada más salir y disparó fuera. Lo consiguió, sin embargo, cuando el partido ya se acababa con un disparo desde fuera del área, con una vaselina preciosa que pegó en el palo y entró. También Villar pudo marcar antes el segundo de su cuenta, pero el onubense cabeceó al palo un gran centro de Balbi en un festival de juego y goles que devuelven el estado de optimismo a Zorrilla.
Ambición El Valladolid fue a por más goles en la segunda parte