Quique Flores pide perdón por su actitud del domingo
Abrazó efusivamente a Messi y desveló tener un hijo culé
Quique Sánchez Flores pidió disculpas. Tras la polémica suscitada en el derbi del domingo ante el Barça en la que, tras el partido, salió al césped a abrazar de forma efusiva a varios jugadores del Barça, entre ellos y de forma especial a Messi, y declarar en rueda de prensa que tiene un hijo del Barcelona, el técnico del Espanyol realizó ayer en Sant Adrià, en la previa del partido de Copa ante el Alcorcón, un speech inicial para pedir perdón a la afición blanquiazul por su actitud.
“Me he sentido frustrado por las reacciones de estos días. Si he causado una pena o máxima decepción a cualquier perico pido mil disculpas porque no es mi voluntad”, se arrancó un Quique Sánchez Flores dolido por la situación y al que se vio con ganas de dejar atrás todo ello y centrarse solo en el fútbol. “Lo que quiero es que si los pericos tienen que llorar que sea de alegría y no por pena. He sentido frustración al saber que es una reacción incomoda entre los pericos. Lo lamento”, reiteró. Y les pidió “que entiendan que lo que intento hacer desde mi punto de vista personal es tratar de la mejor manera posible a los rivales, así lo he hecho siempre, sin distinción de equipos ni de categorías. Intento siempre representar lo mejor posible al Espanyol y que los aficionados se sientan orgullosos. Evidentemente que no conozco los 116 años de historia del club, llevo aquí tres meses, pero quiero que la gente esté feliz y disfrute. Mil perdones si hemos herido la sensibilidad de los nuestros”, zanjó.
El entrenador blanquiazul defendió en más de una ocasión que se trató de un acto totalmente “espontáneo” y que espera “que la afición siga empujando para seguir creciendo y manteniendo nuestra relación porque es una de las armas fundamentales para que el equipo vuele durante la temporada”.
Tras ello, Quique abrió el turno de preguntas de la prensa y no pudo ni quiso eludir el tema del no saludo a Luis Enrique ni en la previa ni durante el derbi ante el Barça: “Soy una persona simple, normal, tengo 51 años, he vivido ya muchas cosas. A mí alrededor solo quiero a gente sencilla y sana. No me gusta nada la polémica, soy feliz disfrutando de la vida. Todo lo que huela a raro no me interesa. No me gusta defraudarme”.
Lo cierto es que sí hubo un sector del españolismo molesto con la actitud del técnico del Espanyol el domingo, pero ha sentido el respaldo de otros seguidores. Ello le da fuerza para seguir adelante y constatar que su “felicidad es ver que estoy en el lugar adecuado. Tenemos un grupo diario de chicos excepcionales y toda la gente del Espanyol merece la pena. Cuando uno siente que está en el lugar adecuado es feliz y yo lo soy”.
A la afición “Pido mil disculpas si hemos herido la sensibilidad de los nuestros”
Su acción “Sentí frustración al saber que es una reacción incómoda entre los pericos”