Siempre a las puertas del éxito

Llegan las vacaciones y los futbolistas, como el resto de los mortales, ya están en sus casas, con sus familias, en este tiempo para disfrutar de los más cercanos y descansar, recargar las pilas, para afrontar los dos últimos encuentros de la primera vuelta y la segunda entera. Tendrán tiempo, los jugadores y Paco Herrera, para reflexionar sobre el hecho de que a pesar de haber perdido ocho encuentros de 19, ¡ocho! se encuentran a dos puntos del playoff. A nada que hubiesen ganado un encuentro más estarían entre los seis privilegiados que han llegado a este parón navideño en la parte noble de la tabla. Con siete victorias y cuatro empates, y 25 puntos de 57, los blanquivioletas no han sumado ni la mitad de los puntos, por lo que no debería ser difícil mejorar esta estadística en lo que resta de campeonato si, de verdad, el equipo pretende llegar al mes de mayo con aspiraciones de pelear por el ascenso. De momento, el segundo ya está a ocho puntos de distancia.

Frustra un poco, lo reconozco, la tendencia que tiene últimamente el Real Valladolid de quedarse a las puertas del éxito. Ya pasó el año de Rubi, por supuesto la campaña pasada, y en esta temporada con Herrera también sucedió un par de veces. Cuando el equipo está para derribar la puerta, para colocarse entre los buenos, llega el trompazo. El último en Getafe. Haber ganado a los madrileños nos habría dejado quintos en la tabla, con 28 puntos, pero al perder nos quedamos con 25 y a la espera, una vez más, de que el equipo rompa, gane tres partidos seguidos y se coloque ya entre los mejores.