El Girona impone su oficio y recupera la segunda plaza
‘Cantada’ de Irureta y expulsión de Cani en el Zaragoza
Decididamente La Romareda es un segundo Montilivi para el Girona. Esta vez no fue el contundente 0-3 de las dos visitas anteriores, pero el equipo de Pablo Machín, gracias a una valiente segunda parte y a otra cantada de Irureta, volvió a ganar en el coliseo zaragocista y prolonga su racha victoriosa. Para el Zaragoza, la derrota es un nuevo paso atrás que le impide recuperar un puesto en el playoff y un peligroso borrón en su ejecutoria como local.
El Zaragoza tuvo un cuarto de hora notabilísimo, con un fútbol preciso y veloz, y con ocasiones claras de Xiscu y de Ángel, pero su brío se fue moderando con el paso de los minutos. El Girona no comprometió nunca a Irureta en toda la primera parte, pero le sobran temple y oficio, y se dedicó a dormir el partido a la espera de alguna circunstancia favorable.
El paso por el descanso cambió por completo al Girona, que sorprendió de salida con su decisión y su paso adelante. La iniciativa y el control cambiaron de bando y Sandaza, desaparecido en todo el primer periodo, abrió la cuenta en el minuto 69, con un cabezazo que se tragó Irureta, cuya serie de errores graves no deja de crecer.
Todo pudo volver al inicio dos minutos después, en un claro derribo de Ramalho a Ángel dentro del área que no vio Areces Franco, pero el partido se le acabó de poner de cara al Girona con la expulsión de Cani por una segunda tarjeta (73’).
El Zaragoza ya tuvo que jugar a la desesperada y eso resultó pan comido para el Girona, que por tercer año consecutivo volvió a asaltar La Romareda y afianza su candidatura al ascenso directo.