Raineri premiado por su milagro en el Leicester
Hizo campeón a su equipo, con sólo tres derrotas
■ Claudio Ranieri fue elegido como el mejor entrenador del año en la primera gala de los The Best FIFA Football Awards, gracias al milagro del Leicester, que la temporada pasada fue el rey de la Premier League contra todo pronóstico. Fue la mayor sorpresa del mundo del fútbol en los últimos años y la gesta le ha valido al veterano técnico italiano para inaugurar el palmarés del premio ‘The Best’ de los entrenadores.
Ranieri se impuso en la votación a Zidane, que levantó la Champions con el Real Madrid y la Supercopa de Europa; y al seleccionador portugués, Fernando Santos, que hizo campeón de la Eurocopa a Portugal. Una leyenda como Diego Armando Maradona le entregó el premio. “Estoy fascinado por estar rodeado de tantas leyendas y por haber ganado este premio. Muchas gracias por los votos. Quiero agradecer a mi familia, a mis agentes, a mis jugadores porque sin ellos hubiera sido muy difícil ganar algo. Y a nuestros aficionados. Lo que pasó en la Premier fue increíble. El Dios del fútbol dijo: ‘El Leicester debe ganar’”, declaró Ranieri, que bromeó: “Antes, Alves dijo que a los 30 años puede contribuir en el fútbol. Mi edad es de 65 años y ahora empiezo a ser entrenador. Tengo mucho que decir y hacer”.
La temporada pasada, Ranieri cogió a un equipo cuyo objetivo era mantener la categoría en la Premier y lo hizo campeón. El italiano organizó un entramado defensivo de tal calibre que tan sólo recibió 36 goles en la Premier y esa fue la base de su éxito. De 38 partidos, el Leicester ganó 23, empató 12 y tan sólo sufrió 3 derrotas (ante Arsenal en casa y domicilio y ante el Liverpool).
Ranieri logró el mayor éxito del club en sus 132 años de historia y puso en el escaparate del fútbol mundial a jugadores prácticamente desconocidos como Jamie Vardy, Riyad Mahrez o N’Golo Kanté.
Otro de los factores fue el componente emocional que proyectó el Leicester, que se convirtió en el equipo de todos por su condición de ‘débil’ ante la grandeza histórica de sus rivales.—J.M.