Clerc equiparó el caos
Mario paró un penalti a Parejo en el 85’ con 2-3
Osasuna evidenció ser colista porque aún jugándose la vida y en El Sadar al minuto 2 ya perdía por 0-1. Y la del gol de Munir era la segunda ocasión clara de los blanquinegros. El Valencia demostró que coquetea con el descenso porque no supo mantener esa ventaja ni tan siquiera cinco minutos (ni tampoco su 2-3 en el descuento). Regalo de Mario Suárez y empate de Oriol Riera. Comenzaba de nuevo el encuentro. Pero esta vez con el público a favor de los suyos y no con pañolada y bronca hacia su directiva, que fue como arrancó la velada.
Partido caótico como la trayectoria y la propia vida de uno y otro equipos. De altibajos de poder, emociones y errores. En el que Parejo tuvo el 2-4 de penalti y como lo falló (o Mario lo paró) Osasuna sacó fuerzas de flaqueza para igualar sobre la bocina, un gol que dio brillo al buen partido de Clerc y con el que Osasuna y Valencia se repartieron un punto que no les saca de pobres y que reflejó las lagunas de ambos. Porque Osasuna no fue capaz de ganar en El Sadar ni haciendo tres goles; ni el Valencia en casa del colista haciendo otros tantos.
Vasiljevic fue fiel a sus palabras y apostó por tres centrales y dos carrileros. Ellos rompían las líneas de Voro con facilidad. Parejo y Enzo llegaban tarde y el juego vertical de Osasuna pudo más en esa fase post-empate que el combinativo del Valencia. Voro entendió que el antídoto era presionar más arriba y a partir de ahí el Valencia comenzó a recuperar antes y a asociarse más. Como la precisión no es un don de los rojillos, sin espacios, Osasuna sufría con la pelota, todo lo contrario que Carlos Soler, que dejó claro en El Sadar que está para jugar. Más en este Valencia. Los tiempos de crisis son también de oportunidades y Carlos Soler ha llegado para quedarse.
Pero no fue por fútbol sino por suerte como llegó el 1-2. Oriol Riera, en su afán de despejar un córner, sorprendió a Mario. Gol psicológico por la forma y el momento (45’). Sin embargo el Valencia no supo poner pausa al desorden y los de Vasiljevic, con empuje, Clerc y Roberto Torres se rebelaron contra sus limitaciones y sacaron las del rival. Pésima acción defensiva de Suárez, Parejo y Enzo y golazo de Torres. Tras el 2-2, el Valencia volvió a rasear el balón y fue así como llegó el 2-3 de Montoya. Osasuna estaba grogui y Parejo pudo noquearlo. Pero falló el penalti y dio oxígeno a los navarros. Clerc, en el 92’, igualó el caos.
Desorden El Valencia no supo aprovechar las ventajas que le dio el partido