Rotar para soñar... con la Liga

Tras trece eliminatorias seguidas pasando a la siguiente ronda, que le permitieron al Sevilla llegar a la final de las dos últimas ediciones de la Europa League y de la pasada Copa del Rey, todo apunta a que los de Nervión volverán a ser apeados en un doble enfrentamiento. El Espanyol, en los cuartos de final de la Copa del Rey de la 14/15, fue el último que eliminó al Sevilla. Poco menos de dos años después, salvo milagro, Nervión volverá a experimentar esa amarga sensación, aunque con la inmediata posibilidad de venganza en la Liga, que sanaría las heridas.

Menos comprensible es cómo ha planteado el Sevilla una eliminatoria que parece que ha sobrado desde que se conoció el rival. Al partido de ida se llegó tras haber entrenado tres días. Para la vuelta, se deja sin convocar por precaución a jugadores que hace diez días estaban de vacaciones. Los designios de la preparación física son inexcrutables y el que la lleva la entiende, pero desde fuera extraña que a primeros de enero haga falta descanso cuando hasta que regrese la

Champions se acabó lo de jugar entre semana. Y dar descansos tampoco asegura nada el domingo, aunque la trayectoria de Sampaoli invita a discutirle poco o nada sus decisiones. Si rotando obra el milagro...