Barreda “La carrera queda descafeinada”
“Sería mejor aplazar un día el rally para que se recupere todo”, decía Joan; “El drama es el que vive la población”, afirmaba Roma
El panorama a la llegada de los pilotos de motos en Salta era dantesco. Los mejores tardaron 16 horas para llegar al campamento, muchos con síntomas de hipotermia y cansancio enorme. “Nos han desviado y hemos llegado aquí por caminos”, explicaba Joan Barreda, uno de los más críticos, a su llegada.
El español se quejaba de que “la etapa que más marcada tenía en este Dakar era la de Salta, y además ya se han venido cancelando otras”. “Aunque fuera primero, me gustaría que se corriera porque quieras o no se está quedando una carrera un poco descafeinada. Faltan horas de moto, sobre todo horas de crono”, afirmaba el piloto castellonense de HRC.
No obstante, el piloto de Honda comprende que “faltan las asistencias”, algo indispensable para el desarrollo de la carrera. “Y por eso creo que se debería buscar una solución, y no cancelar. Quizás sería mejor aplazar un día el rally para que se recupere todo y volver a reanudar la carrera. Cancelar es lo fácil. Al final sólo hemos corrido dos etapas y media desde el tercer día que pasó eso. Si ahora vuelven a cancelar la etapa reina, con más navegación, la etapa más dura, pues ya me dirás”.
Mientras, Nani Roma hacía hincapié en el duro revés que los desprendimientos e inundaciones significan para la población. “Es una pena que no pueda celebrarse la etapa, pero esto es sólo deporte; el drama es el que vive la población, que ha perdido sus casas y sus pertenencias”, explicaba.
“Hoy (por ayer) tenemos que hacer 900 kilómetros en coche para poder llegar hasta Chilecito, con la esperanza de que mañana podamos disputar la décima etapa. Cada día que pasa es un día menos para poder recuperar tiempo, pero lo vamos a intentar hasta el último día”, explicaba Roma, que se mantiene cuarto en la general de coches, a 23:36 del líder, Loeb, que abre el podio de los Peugeot 3008 DKR: segundo es Peterhansel y tercero Despres.
La mayoría de los pilotos llegaban al campamento de Chilecito con la huella del cansancio en el rostro, pero Laia Sanz, parecía recién salida de la ducha. “Ha sido un rollo, pero he parado a comer en el camino y se ha hecho más llevadero. Dicen que nos van a dar el ‘road book’ a las cinco, y vamos a ir justitos para pintarlo y prepararlo. No tenemos autocaravana, siguen bloqueadas donde el derrumbe, y no les dejan pasar por la ruta alternativa. A ver dónde dormimos”.
“Cancelar es lo fácil. Faltan horas de moto, sobre todo horas de lucha contra el crono”