Justicia es denunciar lo que no se atiene a las normas y lo que se arbitra mal

Hipocresía.

Cuando oigo esa frase tan bonita de que “arbitrar es muy difícil y hay que ayudar a los árbitros” se me pone una sonrisa de oreja a oreja, y pienso que simplemente con dejar de ser hipócritas ya nos ayudarían. Durante los partidos vemos situaciones que se le escapan a los árbitros, agresiones que quedan impunes, con lo que algunos partidos ya difíciles de por sí, tras estas agresiones se vuelven ingobernables metiéndole al árbitro en el ojo del huracán debido a una acción que no ha podido ver. Y aquí es donde entra la hipocresía de todos los estamentos del fútbol, nadie denuncia los hechos y vemos cómo agresiones dentro del campo quedan impunes aunque hayan sido vistas y grabadas por televisión.

De oficio. Los comités por lo general no entran de oficio, pues tendrían que ver todos los partidos y lo más seguro es que prefieran ir al cine o hacer otras cosas más amenas antes que verlos. Los clubes esperan sentados a que otros les hagan su trabajo. Y me explico: el máximo activo de un club son sus jugadores, por lo que deberían defenderlos con todo lo que tienen en su mano. Y una de ellas es presentar un vídeo al comité, con agresiones que el árbitro no haya podido ver.

Nadie da el paso. Y aquí es donde entran sus miedos, y empieza su hipocresía: si yo denuncio a tu jugador, tú haces lo mismo con el mío. Lo que no saben ellos es que el jugador no es tonto y sí se da cuenta de que toda acción violenta, que hoy se ve todo con las miles de repeticiones, es posteriormente tratada y enviada al comité para su visionado. El jugador se cuidará muy mucho de actuar de esta manera dentro del campo debido a que será sancionado siempre, y no quedara ninguna acción impune de este modo. Pero bueno, de momento nadie quiere salir en la foto, ni comités ni clubes, por lo que siempre nos quedará esa frase tan bonita como vacía de contenido: “Hay que ayudar a los árbitros”.

Justicia o beneficio. Mientras tanto, año tras año seguimos presionando al estamento arbitral y, en una falsedad absoluta, pedimos justicia en sus decisiones, cuando lo que queremos es beneficio. Lo que yo entiendo por justicia deportiva es otra cosa, es denunciar lo que no se atiene a las normas y lo que se arbitra mal, me perjudique o me beneficie. ¿Te imaginas a jugadores o entrenadores protestando vehemente contra una decisión errónea a su favor? Eso sería lo justo y estar realmente al lado de la justicia. Por eso no os engañéis: la justicia que quieren va ligada a su beneficio. Pues nada amigos, sigamos con este baile de máscaras y, eso sí, no os olvidéis de vez en cuando usar el comodín de que arbitrar es muy difícil y hay que ayudarles. Suena tan bien...

P D. Algunas excepciones quedan, por lo que siempre habrá luz tras la oscuridad.