Quique se enfrenta con Fuego al ‘bombero’ Voro
El Valencia no puede permitirse otro tropiezo en Mestalla
Valencia es especial para Quique Sánchez Flores. La ciudad y el club. Su vida paseó por sus calles, en Mestalla se forjó como futbolista (diez temporadas) y también maduró como entrenador (dos temporadas y 9 jornadas). Como jugador, con Voro de compañero, sufrió el único descenso de la historia del Valencia (1986). Entiende por ello los sentimientos y miedos de sus aficionados. También la presión a la que están sometidos los hoy futbolistas blanquinegros. Incluso en cierta medida la del propio Peter Lim. Él también escuchó lo del “vete ya”. Pero Quique no está de vuelta por Valencia para ayudarles.
Voro se girará hacia el palco y allí verá a Simone Zaza. Pero el italiano no es hoy para él ninguna solución. Uno de sus problemas es que no tiene por lesión a Rodrigo Moreno, su máximo goleador (6), y se enfrenta a un Espanyol cuyo fuerte es precisamente la defensa. Los de Quique han acabado en la Liga Santander siete partidos sin encajar gol. Algo que por Mestalla ni se recuerda (24 partidos consecutivos lleva el Valencia recibiendo al menos un gol). En busca de tal quimera regresa Ezequiel Garay, aunque no es lo mismo que éste juegue con Mangala (sanción) que con Santos.
Fuego. Pero a problemas por las bajas gana Quique. Baptistao, Javi López, Caicedo, Víctor Sánchez, Piatti... La única alegría se la da Diego López, aunque ni tan siquiera está claro que pueda contar con él tras un mes de baja. Voro se decanta por un 4-3-3 y por los ‘veteranos’. La frescura de Carlos Soler se la guarda de revulsivo. Quique, por un 4-2-3-1, con Javi Fuego de pivote, un futbolista que se fue del Valencia sin hacer ruido y sin embargo cuánto papel le haría ahora a Voro.