Nadal y Federer, leyendas contra el nuevo orden
Ahora son 9º y 17º y quieren evitar un mano a mano Murray-Djokovic
El Abierto de Australia, bajo el sol inclemente de Melbourne, abre el telón la próxima madrugada con muchas incógnitas. La principal, si Rafa Nadal y Roger Federer serán capaces de subir otra vez el escalón que les separa de los números uno y dos, Andy Murray y Novak Djokovic, o si estos convertirán la temporada en un mano a mano. Valga un análisis en forma de claves para animarse a trasnochar:
Lucha en la cumbre.
Andy Murray y Novak Djokovic son los superfavoritos. El británico, otra vez con Ivan Lendl, por fin fue sólido y eso le llevó al número uno en 2016 encadenando cinco torneos seguidos. Ahora aventaja en 780 puntos al serbio en el ránking, que defiende título. Nole rompió con Boris Becker, que le acusó de dispersarse, y el ‘asesor espiritual’ español Pepe Imaz ha ganado peso en su equipo. Ya se han medido, en la espectacular final de Doha, donde Murray levantó tres bolas de partido... pero cayó. El británico abre en la madrugada (hacia las 05:00) con Ilya Marchenko. Al serbio le espera el martes un debut duro: Fernando Verdasco. “Nadie es invencible”, advierte Nole: “Fernando es un jugador muy completo. Y en un día concreto, si las cosas le salen bien, puede ganar a cualquiera”.
Rafa Nadal.
El ahora número 9 del mundo afronta una temporada crucial con 30 años. “En tres meses sabré dónde estoy”, advierte. Es decir, si será competitivo para poder volver a disputar el título en un Grand Slam. El último, de los catorce que tiene, lo ganó en Roland Garros 2014. Tras dos meses y medio de parón para recuperar del todo su muñeca izquierda, firmó la victoria en el torneo no oficial de Abu Dhabi (triunfos sobre Berdych, Raonic y Goffin) y fue derrotado en cuartos en Brisbane (Raonic). Dejó la sensación de tener chispa en las piernas y haber afilado su drive. Carlos Moyá se estrena con él en Australia. Abre el martes con Florian Mayer. Y en su ruta estarían Zverev, Monfils, Raonic y Djokovic en semifinales.
Roger Federer.
El suizo, con 35 años ya, intenta alargar su carrera tras un año casi en blanco con sólo siete torneos y ningún título. Se lesionó en Australia y después pasó por el quirófano para arreglar un menisco. Tras firmar semifinal en Wimbledon, decidió parar. Su ránking (17º) es el más bajo desde 2001. “Prefiero ir de favorito, pero ir de tapado está bien”, apunta. “Estoy jugando tan bien que da igual el rival”, amenaza.
Angelique Kerber.
¿Será una número uno sólida? La alemana, currante y alejada del glamour que fomenta la WTA lo que le hace ser menos mediática, está en sazón con 27 años. En Australia ganó en 2016 su primer Grand Slam y el título en Nueva York la aupó a la cima. Por detrás, Radwanska, Halep, Pliskova, la maestra Cibulkova o Muguruza morderán.
Serena Williams.
Es la gran incógnita. Con 35 años y recién comprometida con Alexis Ohaniam, propietario de la red social Reddit, parece haber perdido hambre y el físico ya no perdona. Pero ganó Wimbledon y disputó las finales de Australia y Roland Garros en 2016. Paró tras el US Open por problemas en un hombro y la semana pasada en Auckland tuvo una reaparición desastrosa: con 88 errores no forzados perdió en su segundo partido con la modesta Madison Brengle. Tiene 22 Grand Slams. La que más en la era Open junto a Steffi Graf y cerca del récord absoluto de Margaret Court (24). “Me encuentro concentrada en mi carrera”, avisa.
Roberto Bautista.
En silencio, el castellonense es ya es el segundo español (13º). De explosión tardía, ha relevado a Ferrer (21º). Ambos se podrían ver en 3ª ronda. Viene de ganar en Chennai, se le da muy bien la pista rápida y no se achanta ante jugadores de más ránking.